RESTÁBAL. Torre de la alquería

A modo de introducción, diré, que todos los datos que voy a mencionar están sacados de trabajos que proceden de diferentes fuentes. La información de la torre de alquería de Restábal es muy escasa, como todo lo acaecido en la comarca del Valle de Lecrín antes de la Reconquista. Su existencia está documentada pero se desconoce la fecha de construcción.
Los historiadores la sitúan en el periodo nazarí, momento en el que parece que Restábal recibió una atención especial en cuanto a defensa, aunque no descartan la idea de que puede ser anterior a esta época
Dada la situación geográfica del pueblo, igual que la de todo el Valle de Lecrín, disponía de fortificaciones como medida defensiva durante el dominio musulmán, y la torre de alquería fue una de esas construcciones. Tras la Reconquista, las fortificaciones fueron utilizadas como viviendas, eso puede explicar que la torre de Restábal quedara integrada entre casas. 

María Aurora Molina Fajardo, en un trabajo dedicado a las torres de alquería del Valle de Lecrín escribe: «…la comarca contó con un anillo defensivo de, al menos, diecisiete bastiones organizados jerárquicamente gracias al empleo de diversos tipos constructivos: los castillos o husūn, distribuidos en elevaciones distantes de los caseríos con amplio control visual; las torres de alquería, de menor envergadura y sitas en el interior o inmediaciones de los poblados, y las torres atalaya, más sencillas estructuralmente y encargadas de intercomunicar de manera rápida los distintos exponentes ante un peligro»

Fachada de la torre de alquería que da hacia el patio de una casa privada. La imagen me la cedió Charo, vecina del pueblo. Su vivienda linda con la torre

La torre de alquería de Restábal, se encuentra en el Barrio Bajo del pueblo, en la calle Concepción, nº 11. Quedó apresada entre: el edificio del antiguo ayuntamiento, −edificio rehabilitado destinado a exponer los trabajos que cada año realizan los alumnos de Bellas Artes que participan con una beca−, la casa del marqués de Cotiella− que perteneció a la familia de Francisco Robles Callejón y ahora a sus descendientes− y con la lonja del pescado.







 La fachada del lado izquierdo pertenece al antiguo Ayuntamiento del pueblo
Restábal

El antiguo Ayuntamiento y la casa del marqués de Cotiella se encuentran en una zona elevada del Barrio Bajo, ubicación idónea para ubicar la torre teniendo en cuenta que justo al lado, pero en un nivel más bajo, pasaba el Camino Real de Motril. Desde su altura se controlaba el paso de los transeúntes hacia la costa. Este paso entre la ciudad de Granada y la costa tuvo un gran auge durante la Rebelión de Las Alpujarras (1568-1571).

Madoz la describe así en su Diccionario Geográfico: “…Tiene 110 casas divididas en dos barrios, llano el alto y un poco pendiente el bajo; casa consistorial; una torre cuadrada. Esta pared de torre de Alquería se encuentra próxima al antiguo Ayuntamiento y a la Lonja del Pescado y todavía no ha sido estudiada con detenimiento por ningún grupo de investigación arqueológica, o no han sido publicados los resultados de la investigación llevados a cabo en ella"


Entrada a la antigua casa que perteneció al marqués de Cotiella
Restábal

Es lógico pensar que esta torre, al ser construida en las inmediaciones de la localidad y perder su carácter defensivo se utilizara como vivienda por los nuevos pobladores. Incluso pudo ser el medio para su salvación y conservación hasta nuestros días. Porque hay que saber también que la mayoría de estos edificios defensivos: castillos, torres y atalayas, hasta 1498 (por María Aurora Molina Fajardo) se conservaba un número elevado de estas fortalezas, y que los Reyes Católicos «…ordenaron el abandono y derribo de un número destacado de estructuras…» No está comprobado que esta orden de demolición tuviera efecto, simplemente las dejaron caer en el abandono. Las torres de alquería fueron los edificios que mejor suerte corrieron al ser asignados a los nuevos cristianos en los repartimientos que se hicieron a partir de principios del siglo XVI, según consta en los Libros de Apeo y Repartimiento de las alquerías.

Imagen de la torre de alquería. Sacada de «Readaptación doméstica de ciertas estructuras defensivas tras la expulsión de los moriscos: las torres de alquería del valle de Lecrín (Granada) María Aurora Molina Fajardo. Universidad de Granada



Se entiende como torre de alquería: aquellas torres que, situadas generalmente en lugares llanos o en pie de monte, se encuentran próximas a una o a varias alquerías, sirviendo de refugio, en caso de peligro, a los habitantes de zonas que no disponían de acceso rápido a un castillo o fortaleza de mayor entidad. (Torres de alquería de la provincia de Granada. Mariano Martín García)

Imagen cedida por Charo

La torre de alquería también es mencionada en el memorial de los bienes y posesiones del clérigo Pedro de Aragón, en 1502, siendo este vecino del lugar. Se menciona una casa en el Barrio Bajo que lindaba, entre otras casas, con «la torre del lugar»

De nuevo, en el memorial de bienes de la segunda capellanía fundada por el bachiller y beneficiado Juan de Alconada en 1540, es referida la torre. Juan de Alconada compró un grupo de casas, donde una de las lindes era La Calahorra, que era casa de Alonso de la Torre, que tenía como oficio alguacil. Tal vivienda se refiere a la torre de alquería, y su nombre, «Calahorra», es significado de castillo, fortaleza (según el DRAE y obtenido de Arquitectura residencial y toponimia en el Valle de Lecrín (Granada) según fuentes cartográficas y documentales. María Aurora Molina Fajardo, María Teresa García del Moral Garrido)

Además el apellido del propietario, «de la Torre», da a entender que este estaba en posesión de dicho edificio. El propietario se identificaba con su tenencia.

Y hasta aquí llega la información que he podido recoger, que como he dicho al principio, obtenida de diversas fuentes que he ido mencionando. Y si os llama la curiosidad, las podéis consultar y ampliar la información.

Plaza de la lonja del pescado. La casa que queda en alto, sobre el tejado de dicha lonja, fue la antigua casa del marqués de Cotiella
Restábal

PUENTE DE ALCÁNTARA - Toledo

El puente de Alcántara es uno de los símbolos de la ciudad de Toledo. Se encuentra integrado en un paisaje en el que se podría decir que nada o todo es destacable, porque el paisaje que nos muestra el casco antiguo de la ciudad, es un conjunto único. Las diferentes construcciones, de diferentes épocas, que a lo largo de los siglos han ido moldeando la ciudad, no han alterado el entorno, y eso la hace particular. El río Tajo rodea, en parte, la colina donde se organizó la ciudad, y cruzando el puente en cuestión accederemos a ella. No es el único punto para entrar en el Toledo antiguo, eso no hay que decirlo, pero sí el más antiguo de la ciudad.

TOLEDO. Puente de Alcántara

Es un puente que data de época romana, de la augusta, cuando la ciudad −antigua Toletum− según que fuentes, empezó a crecer como ciudad urbana. Los primeros datos que se tienen del puente son del año 788, aunque hay constancia de su construcción desde el siglo III. Desde entonces y hasta nuestros días, ha sido un punto de acceso a la ciudad. Por aquí pasaba la calzada romana, continuó siendo paso de entrada a la ciudad en el periodo árabe y de esta época le viene el nombre: Al-qantara, que traducido quiere decir «el puente» Durante la Baja Edad Media, el puente dejó de tener carácter defensivo y pasó a cumplir las funciones de portazgo y control de mercancías. Estas estaban gestionadas por los corregidores y alcaldes, siendo los mismos los encargados de su mantenimiento. El control de paso y el cobro del portazgo, del que siempre estuvieron librados los toledanos, continuaron activos hasta el año 1911, momento en el que la Dirección General de Obras Públicas se incautó del puente. 

Puente de Alcántara


Una referencia más antigua sobre la existencia del Puente de Alcántara corresponde al reinado de Atanagildo, rey visigodo entre los años 554 y 567 que estableció su residencia en Toledo. De su matrimonio con la reina Godsvinta nacieron dos hijas: Gelesinda y Brunequilda. La referencia tiene que ver con la hija mayor, Gelesinda, que fue unida en matrimonio con el rey merovingio Chilperico I en el año 566. Cuando llegó la hora de partir, para reunirse con el futuro rey, la princesa rompió a llorar a su paso por el puente de Alcántara y la comitiva que la acompañaba se detuvo para dejar que se despidiera. Tal vez era un presagio del triste desenlace que le esperaba. Este hecho lo da Menéndez Pidal en el prólogo del tomo III España visigótica, aunque él, al mencionarla, la llama Gulesvinta. Esta variación en los nombres es debido a que en esa época la forma de escribir los nombres no estaba fijada. Este dato testimonia que el puente data de época romana porque la arquitectura visigótica no dio para construcciones de tal envergadura. 

Puente de Alcántara

La siguiente referencia del Puente de Alcántara se sitúa en el año 797, cuando tuvo lugar una sublevación en Toledo estando gobernada la ciudad por el recién estrenado emir Al-Hakam I, quien había heredado el trono de su padre, Hisham I, muerto un año antes. En las crónicas de Ibn Hayyan (987-1075), historiador hispano musulmán e hijo de un importante burócrata de Almanzor, es mencionado el puente. La «Jornada del foso de Toledo» es el nombre con el que se conoce dicha sublevación y de donde se cree que proviene la conocida frase de: «pasar una noche toledana»

Puente de Alcántara

En el año 858-859, el puente de Alcántara sufrió un derrumbe causado por una orden de Muhammad I. El emir decidió castigar a los toledanos que se había revelado contra su emirato. No pudo apoderarse de la ciudad pero si del puente. Dio la orden de minarlo y luego fingió su marcha. Los sitiados fueron de inmediato a tomar el puente, momento en el que este se derrumbó causando la muerte de muchos de ellos. Tras la catástrofe vino la reconstrucción. De la primera, no se sabe con seguridad el nivel de daños ocasionados ni en qué lugar del puente ocurrió y de la segunda, es posible que se realizara una reconstrucción provisional. También ha distintas opiniones sobre si el puente fue o no destruido en su totalidad. Sobre la idea de que el puente llevara tres arcos en la construcción original, se piensa que el arco que falta, lado opuesto a la ciudad, es ahí donde se pudo minar el puente; era el punto más cercano para los ingenieros de Muhammad I.


Puente de Alcántara

En el año 932, según fuentes islámicas, el puente de Alcántara de nuevo sufre las consecuencias de otra revuelta protagonizada por los toledanos. Fue con el califa Abd al-Rahman III. Durante los tres años que duró el asedio a la ciudad, mandó destruir parte del puente y una vez tomada esta lo mandó reconstruir. De esta época se piensa que es el pequeño arco de herradura del puente.

Puente de Alcántara
La primera reconstrucción importante se piensa que fue a finales del siglo X. La llevó a cabo Alef, hijo de Mahomat Alamerí, alcalde de Toledo que había sido nombrado por Almanzor. La obra se terminó en el año 997, según consta en una inscripción que hay en el arco de entrada a la ciudad. Es una placa conmemorativa que mandó colocar el rey Alfonso X «el Sabio» en el año 1259, haciendo referencia a la reconstrucción que mandó realizar Almanzor.

Inscripción en el puente de Alcántara que conmemora la reconstrucción llevada a cabo por Almanzor. Lamentablemente, alguien que quería mucho a Loli tuvo la grosería de manifestarlo justo en la placa

Puente de Alcantara.Toledo

En los años 1205, 1211 y 1258, el puente vuelve a ser protagonista de nuevas desgracias, causadas por las importantes crecidas del Tajo que tuvieron lugar en los años citados. La crecida de 1258 fue la más importante, y en esta restauración se construyó el torreón situado en el extremo del puente que da a la ciudad. Está almenado en su base y en la cima. La reparación se hizo durante el reinado de Alfonso X el Sabio.

Puente de Alcántara


En la fachada del torreón que mira hacia la ciudad, hay una placa conmemorativa de la reconstrucción del puente de Alcántara realizada en el año 1259 reinando Alfonso X el Sabio. Consta de 29 líneas y en ella se recoge, además de la conmemoración de la reconstrucción, el resumen-traducción de la inscripción conmemorativa de las obras ordenadas por Almanzor. La lápida aparece fechada en cinco cómputos de años distintos: año de la Encarnación (o Era Cristiana) 1259, Era de Cesar (o Era Hispánica) 1297, Era de Alejandro (o Era de Atenas) 1570, Era de Moisés 2651 y la Era de los Moros (calendario árabe) 657. Sobre ella figura una inscripción que data de 1575 conmemorando su reparación por orden de Felipe II. Referencia de este dato: http://mavit.toletho.com/ficha.php?inventario=130


El restaurador fue Juan Gutiérrez Tello.

En 1484, los Reyes Católicos modificaron el torreón. Por eso, cuando cruzamos el puente, en dirección a Toledo y llegamos a su altura, veremos, sobre un arco de medio punto, el escudo de los Reyes; hay que hacer una observación: falta el símbolo de la granada porque en esa fecha aún no había concluido la Reconquista.

Puente de Alcántara
Dentro del torreón, encontraremos otro arco de herradura apuntado decorado con el relieve de la imposición de la casulla de San Ildefonso.

Puente de Alcántara 


En la fachada interna, hay una Inmaculada Concepción.


Puente de Alcántara
El torreón o puerta de entrada oriental, es un arco triunfal de estilo barroco. En 1721 sustituyó al anterior dado su estado ruinoso. En la decoración de la fachada externa hay un escudo de armas con las águilas imperiales, aunque le faltan las dos cabezas. Al parecer fueron alcanzadas por un rayo.


Quiero terminar esta entrada con la descripción que hace Amador de los Ríos Villalta en su libro «Monumentos arquitectónicos de España. Toledo. Madrid. 1905» En la introducción dice así:

Por los recuerdos que despierta y anima, por el número, la variedad y la categoría de los monumentos que atesora; por el ambiente singular que se respira en ella, y por el aspecto que presenta aún, a través de las edades –tantas y tan repetidas veces− y en tan diversos tonos ha sido ensalzada la legendaria TOLEDO, y en tantas ocasiones proclamada la más interesante y la más famosa entre las ciudades de nuestra España, que pálido sin duda habrá de parecer cuanto hoy se diga de la egregia matrona, cuyos vetustos y descompuestos despojos la admiración de propios y de extraños causan.

RESTÁBAL. LONJA DEL PESCADO

Restábal. Lonja de Pescado

Hoy, volviendo a la niñez, con los recuerdos algo difuminados, éstos devuelven a mi memoria esos días en que la lonja era un puro bullicio cuando por las mañanas se vendía el pescado. El edificio fue construido sobre los años 30 del s. XX (información que no he podido contrastar) y se encuentra en el Barrio Bajo del pueblo, en la Calle Real. Por fortuna, el edificio se mantiene en pie y hace unos años fue restaurado dejando a la vista los vestigios de la antigua Fuente del Camino Real, hoy desaparecida. La Lonja es un pequeño espacio cuadrado, con arcos en tres de sus fachadas, de los cuales dos de ellos son puertas de entrada al interior. La decoración exterior está realizada con cerámica nazarí. La cuarta fachada no existe, porque la lonja está adosada a un gran muro que se piensa puede ser una torre de alquería, construida durante la ocupación musulmana y con función defensiva.  (Se podría interpretar como una torre de alquería andalusí, posiblemente nazarí, época en la que parece que el pueblo de Restábal recibió una atención especial en cuanto a su defensa) 


Nocturna. Antigua lonja
Lonja de pescado
La fuente estaba ubicada en el mismo emplazamiento que hoy se encuentra la Lonja del pescado. Fue construida en el siglo XVIII, una época en que las familias adineradas y nobles de Granada se instalaron en este entorno. Construyeron casas imponentes con escudos nobiliarios que nos han dejado como legado. Gracias a su restauración, aparecieron las huellas de los símbolos que decoraron la fuente, vestigios que hoy podemos apreciar en el interior de la Lonja. La fuente tomó el nombre del antiguo Camino Real, por encontrarse en las inmediaciones de este. Entraba a Restábal bordeando el río de Las Albuñuelas, y pocos metros antes de confluir este con el río Dúrcal, el camino se desviaba hacia el pueblo pasando bajo el puente que lleva la carretera hacia Talará (GR 3204), subía la “cuesta del río”, nombre popular que siempre se ha utilizado para llamar a este tramo de la calle Real, y atravesaba el pueblo por la calle mencionada dando continuidad al Camino la calle Ermita.

Esquema que marca los adornos que fueron descubiertos durante la restauración
Restábal. Lonja de Pescado
La pared frontal sobre la que se construyó la fuente se realizó con sillares de piedra arenisca, un tipo de piedra labrada en varias de sus caras que se utiliza en la construcción. A derecha e izquierda de la lonja, hay dos volutas esculpidas en los sillares.

Detalle de la voluta en el lado izquierdo de la lonja, según miramos
Restábal. Lonja del pescado


En el interior, en la parte frontal, hay tres agujeros que serían los caños por donde salía el agua de la fuente. Las piedras por donde emanaba el agua son más grandes que las demás y llevan un borde redondo en la parte superior. Debieron estar adornadas con tres siluetas: la central se asemeja a un personaje, tal vez ilustre, tal vez en homenaje a la persona que la mandó construir y las otras dos, pudieron ser mascarones por lo que se puede apreciar en el lado izquierdo según miramos.


Agua que ya no brota
Restábal. Lonja del pescado



En la parte superior quedan los restos de un escudo real muy desgastado. 


Escudo Real
Restábal. Lonja del pescado


Por desgracia la información es muy escasa, lo que dificulta la búsqueda de datos relacionados con las construcciones de la antigua fuente y la actual Lonja.

La calle Iglesia a través de los arcos de la Lonja del pescado
Restábal. La Lonja del pescado

Para terminar esta breve entrada cito una leyenda que transcurrió en la Lonja del Pescado, una historia de amor con un final trágico:

Miguel era uno de los pescaderos que hacía el camino de Motril a Granada cargado de mercancía y solía parar en el pueblo de Restábal para vender pescado. Miguel era un buen mozo, de cuerpo fuerte y mente clara, que con su verborrea de vendedor ambulante tenía encandilada a más de una moza del lugar. Un día, cuando se encontraba vendiendo en la Lonja, apareció una preciosa muchacha de ojos azules, piel clara y pelo rubio como el trigo de los llanos del Temple. Era la primera vez que la veía por el mercado y recibió un flechazo de Cupido en pleno corazón. La joven asistía acompañada de una ama que la vigilaba muy de cerca y controlaba todo lo que pasaba a su alrededor. Tras comprar unas deliciosas quisquillas de Motril, dos pulpos y una buena brótola, el ama se acercó a pagar su mercancía a Miguel y este, sin quitar ojo a la muchacha, preguntó por el nombre de la chica:
–No es cuestión que te importe, pescadero... tú a lo tuyo. ¡Y deja de mirar de esa manera que es mucho hueso para tan poco perro!
–Solo preguntaba por el nombre de la bella dama... No es para ponerse así, pero si para probar el hueso hay que morder a la rata, pues se muerde.
La chica no pudo reprimir una sonora carcajada y el ama la miró reprobando su actitud. Tras hacer un mohín con la boca, la mujer le contestó a Miguel:
– ¡Ten cuidado donde pones tus ojos y lo que escupe tu boca... puede que te atragantes con las palabras!
Dicho esto cogió a la chica de la mano y dando media vuelta subió por la calle como alma que lleva el diablo, pero la muchacha, antes de partir, le guiñó un ojo a Miguel. Instantes después, Encarna, otra de las clientas de Miguel, a la que apodaban ‘La Lechuza’, por estar siempre mirando con sus ojos saltones la vida y milagros de los vecinos de la villa, le informó de quien era aquella joven.
–Es la benjamina de uno de los poderosos señores de la villa, de esos con blasones en la puerta, y dicen las malas lenguas que es muy influyente en la capital y que tiene muy mal genio.
Miguel se quedó pensativo, pero al pronto volvió a preguntar por el nombre de la muchacha.
–Se llama Rocío y está aquí por una rara enfermedad que padece. Los médicos le han recomendado a su padre estos aires, que le hacen bien para su salud.
Miguel sonrió y tras finalizar la venta de pescado se dirigió a casa de Rocío, donde ‘La Lechuza’ le había indicado, topándose con un precioso jardín colgado de una parata de tierra mirando al Valle. Ni corto ni perezoso se subió por el muro de piedra hasta la parte superior de la parcela, viendo como Rocío se encontraba sentada en un banco con un libro en sus manos, que cerró cuando vio a Miguel. Él la observó desde el filo del muro y los dos se quedaron mirándose unos instantes, hasta que ella se acercó y le dijo:
–Mucho te estás arriesgando viniendo aquí. Si mi padre te descubre, te mata.
–Estoy muerto si tú no me amas.
Rocío se acercó y le contestó:
–Desde que te vi en la Lonja, algo en mi pecho está hirviendo y creo que es por ti.
–Pues mi corazón, señora, salta de amor cada vez que esos ojos azules me miran.
Desde aquel momento, los do jóvenes aprovechaban todo el tiempo posible para declarase su amor y el lugar elegido para hacerlo era un milenario algarrobo situado en el Camino Real, a la salida hacia Motril, que con sus ramas y tronco retorcido en mil brazos era perfecto como escondite, convirtiéndose aquel imponente árbol en mudo testigo de sus promesas. Así pasaron los días del estío hasta que un día el ama intuyó que algo pasaba con Rocío y la siguió sigilosamente hasta el algarrobo. Y viendo que el encuentro de la muchacha con el pescadero podía hacer peligrar su trabajo y algo más en la casa del noble, decidió sincerarse con el mayordomo, que le recomendó transmitir un mensaje claro y efectivo al pescadero. La trampa se preparó en el mismo lugar de sus encuentros y allí, entre las ramas, se escondió el capataz para darle un escarmiento al muchacho, pero la cosa se le fue de las manos y el muchacho derramó su sangre y su alma en aquel lugar. Cuando la noticia llego a Rocío su corazón se partió en mil pedazos, agravándose muy seriamente su enfermedad. Y en una tarde de septiembre, cuando el sol se estaba poniendo por los montes de Nigüelas, una sombra tapó su lectura en el jardín de la casa solariega. Ella, confundida, se levantó para ver quién era y una amplia sonrisa apareció en su rostro, soltando una palabra que se llevó el viento:
–Tú...
Poco después, la vieja ama, al no ver a la muchacha en el jardín, se imaginó que estaba de nuevo, como tantas otras veces, junto al algarrobo milenario llorando su amargura y fue a buscarla allí acompañada por el capataz. A la mañana siguiente encontraron al ama y al capataz ahorcados junto al algarrobo. Una raíz gruesa les rodeaba a ambos el cuello. Muchos dijeron que fue el padre de la chica, otros que fueron bandoleros para robarles, pero lo cierto es que Rocío nunca apareció y que desde entonces, al atardecer, algunos labradores han oído risas y susurros de amor junto al milenario árbol.

De José Manuel Fernández. LEYENDAS DE NUESTROS PUEBLOS. IDEAL. Viernes 24.05.13


Restábal. Lonja del Pescado

RESTÁBAL. MIRADOR DE LOS GUITARROS

Este mirador pertenece al pueblo de Restábal, asentado en la hondonada de un valle, desde donde nos ofrece unas vistas espectaculares según en qué zona del pueblo nos encontremos; un privilegio para los que nacimos allí y los que lo vienen a conocer. El Mirador de Los Guitarros es un bonito rincón del lugar.

Vistas desde el balcón del Mirador de Los Guitarros
Mirador de Los Guitarros
La información que he podido conseguir es bastante escasa. La inscripción que hay escrita en la guitarra, colgada en una de las paredes del mirador, me ha permitido ir tras la pista, pero como he dicho antes no hay mucho que aportar. Para descubrir lo que ahora contaré, recurrí a mi padre, que por su edad pensé que algo debía saber y a Mercedes, paisana de Restábal y conocedora de la historia de nuestro pueblo.

Guitarra que conmemora el 71 cumpleaños de Marcos
Mirador de Los Guitarros
La inscripción dice así:

En la casa que ocupaba esta plaza vivió Juan Ortega, llamado “el guitarro”. Junto a su mujer crio nueve hijos, una sobrina, una yunta de mulos y una yegua. Esta guitarra conmemora el 71 cumpleaños de su nieto Marcos. Homenaje de su familia y amigos.
Restábal, 25 de abril de 2017

Marcos, el homenajeado, debe de ser o fue (desconozco si vive) el hijo de Pepe «guitarro» primogénito de Juan Ortega y de Paca, a la que también llamaban «Frasquita la guitarra» Sobre el apodo, solo sé que Juan lo heredó de su padre.

Mirador de Los Guitarros
Mirador de Los Guitarros
El mirador se construyó en el número 37 de la calle Real, emplazamiento en el que estuvo la casa que perteneció a Juan Ortega, apodado «el guitarro» y a su familia, como dice la lectura de la guitarra. Al parecer no vivieron siempre aquí porque se mudaron a otra casa no muy lejos de la primera. Al morir Juan dejó la casa en herencia a sus hijos. Esta era como la mayoría de las construcciones antiguas de los pueblos: casa pequeña de dos plantas y muros anchos, donde las ruinas de las escaleras perduraron en el tiempo.

Mirador de Los Guitarros
Aunque la mayoría de los hermanos eran partidarios de vender la casa, uno de ellos, Manuel, apodado «el correo» estuvo interesado en quedársela abonando a cada hermano la parte económica correspondiente. De él hay una frase: «ni compro, ni vendo» que se hizo popular entre los demás hermanos; imagino que por su indecisión a la hora de gestionar el inmueble. Manuel no se quedó la casa, según me confirma mi padre, y tampoco ningún otro miembro de la familia se hizo cargo.

Mosaico que cuenta un poco de historia 
Mirador de Los Guitarros
El paso del tiempo y el desinterés por parte de la familia convirtieron la casa en ruinas. A principios de los años 80 del siglo XX, entonces mi padre era el alcalde del municipio de El Valle, tuvo que tomar cartas en el asunto. El estado ruinoso de la casa era tal que constituía un peligro. 

Esta placa, explica que Restábal fue hasta mediados del siglo XIX un punto estratégico entre Granada y El Valle de Lecrín, ya que por aquí pasaba el Camino Real Granada-Motril
Mirador de Los guitarros
El hijo menor de Juan Ortega, Frasquito «el guitarro» fue íntimo amigo de mi padre, y con él tuvo que hablar para informarle del estado de la casa. Frasquito le dijo a mi padre que nadie quería saber nada de la casa y que tomara la decisión correspondiente. Así se hizo y la casa fue derribada. El coste fue de 30.000 pesetas, que corrieron a cargo del ayuntamiento porque los descendientes una vez más se desentendieron. El solar quedó olvidado en el tiempo, sin nadie que lo reclamara quedando de esta manera adjudicado al ayuntamiento hasta que se decidió construir el mirador.

El barrio de Las Erillas visto desde el mirador
Mirador de Los Guitarros

NOTA:
Desconozco la fecha de construcción y el día en que fue inaugurado, y también puede que algún dato no sea exacto. Cualquier información al respecto será de agradecer.

PUERTA DE LAS PESAS


Puerta de las Pesas. Cara exterior que mira hacia el barrio del Albaicín. Esta cara está diseñada con un arco de herradura, y sobre este, un segundo arco de ladrillo
Puerta de Las Pesas
Aunque los granadinos la llaman Arco de las Pesas, en realidad  se llamada Puerta de Las Pesas, Puerta Nueva o del Ensanche. El primer nombre hace referencia a que en el exterior de la puerta se colgaban las pesas y romanas defectuosas que confiscaban a los comerciantes que se habían instalado en las inmediaciones, con los establecimientos, hasta la cercana Plaza Larga. El segundo nombre lo recibe porque la puerta estuvo cerrada hasta 1573; existía una superstición que impedía que los musulmanes pasaran por ella. Hoy es lugar de paso entre la Plaza de Las Minas y la Plaza Larga.


Sobre el segundo arco de ladrillo, hacia la derecha según miramos la foto, pueden verse pesas colgadas





A la derecha del arco, según miramos, hay una placa que nos recuerda el año en el que se creó la Plaza Larga y se forma el centro del Albaicín:

Esta plaza, y el matadero y carnicería y lavadero de esta Albaicín se ha hecho de la hacienda de Su Majestad, por orden de los señores de su Consejo, siendo uno de ellos el corregidor de esta y general, el muy ilustre señor Arévalo de Suazo, comendador de Santiago, y el muy ilustre señor Tello Gonzáles de Aguilar. Año 1576.




Formaba parte de la Muralla Zirí que se construyó entre los siglos XI y XII en la colina del Albaicín, y cercaba la alcazaba Cadima. Esta alcazaba fue el origen de la Granada musulmana, construida por Zawi-ben-Zirí en 1013. Cuando Zawi formó la taifa de Granada en Medina Elvira, esta, al carecer de carácter defensivo, decidió trasladarla a Medina Garnata, la actual Granada. Hoy quedaría entre las calles: Aljibe de la Gitana, Cuesta María de la Miel y Callejón de San Cecilio hasta llegar a la iglesia de San Nicolás.


Imagen antigua de la Puerta de Las Pesas
La muralla de la alcazaba contaba con cuatro puertas, una de ellas era la de Las Pesas que comunicaba el recinto con el barrio del Albaicín. Las cuatro puertas se cerraban por la noche para proteger la alcazaba. Era una puerta de carácter defensivo, de estilo almorávide y una de las primeras en recodo en la arquitectura hispanomusulmana.

Puerta de las Pesas. Cara interna que mira hacia el interior de lo que fue la alcazaba. La portada va en arco de medio punto con la clave formada por ladrillos tumbados con los cantos a la vista

Puerta de Las Pesas

Ubicación de la antigua alcazaba

Reloj Anker

Esta maravilla de Reloj se llama Anker y se encuentra en Viena, en la Plaza Hoher Mark, la más antigua de la ciudad. En la Edad Media, en este mismo lugar, se instalaba el mercado y se llevaban a cabo las ejecuciones.


Reloj Anker. Cuando se ilumina por la noche, las figuras se ven desfilar tras las ventanas que hay a los lados del reloj
Reloj Anker
Su espectacular diseño quizá nos lleve a pensar que es un reloj antiguo y con pasado histórico, pero no es así. Fue diseñado por Franz von Matsch, inspirándose en el estilo Art Nouveau y se creó entre los años 1911 y 1917. Los materiales que se utilizaron para su construcción fueron bronce, cobre y adornos de mosaico.

Reloj Anker. La vida y la muerte flanquean el astro sol
Reloj Anker
La Anker Insurance Company fue la empresa que lo mandó construir para decorar el pasaje que une los dos edificios que la compañía adquirió en esa época. De ahí que lleve su nombre. 

Pasan las tres y llegan las cuatro
Reloj Anker
Las horas no están marcadas por agujas sino por doce personajes que fueron importantes en la historia de Viena. Cada uno lleva consigo una hora del reloj, expresada en números romanos. A las doce del mediodía todas las figuras desfilan en una rotación completa. Durante diez minutos desfilan todos los personajes mientras suena una música que se corresponde con la época del personaje. Estos son sus nombres:

Marco Aurelio. Murió en Vindobona, el 17 de marzo de 180 sobre los 59 años. Llamada así por los romanos ahora es la actual Viena.
Hora II: Carlomagno. El rey de los francos conquista la ciudad en el siglo IX y la bautiza con el nombre de Ostmark.
Hora III: Leopoldo VI. Convirtió Viena en el centro urbano del ducado. Adquirió una gran ventaja comercial cuando en 1221 concedió a la ciudad el derecho de escala, descarga y trasbordo sobre los mercaderes. –Sacado del libro «Historia de Austria» de Steven Beller-.
Hora IV: Walther von der Vogelweide (1170-1228) Fue uno de los Minnesänger (trovadores germanos que en los siglos XII y XIII recorrían la actual Alemania) más famosos. Se le considera el más importante poeta en alemán de la Edad Media.
Hora V: Rodolfo I de Habsburgo (1218-1291) y esposa. Rey de los romanos desde 1273 hasta su muerte. Conocido también como Rodolfo IV de Habsburgo, conde de Habsburgo. Tuvo dos esposas: Gertrudis de Hohenberg e Isabel de Borgoña.
Hora VI: Hans Puchsbaum (antes de 1390-1454) Arquitecto y maestro artesano del gótico. Entre 1444 y 1454 encabezó el edificio de la catedral de San Esteban en Viena.
Hora VII: Maximiliano I de Habsburgo (1459.1519) Fue archiduque de Austria, rey de Romanos y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Hora VIII: Johann Andreas von Liebenberg (1627-1683) Desde 1653 fue jefe de la Cancillería Municipal, juez municipal de 1678-1680 y desde 1680 hasta su muerte el alcalde de Viena.
Hora IX: Ernst Rüdiger von Starhemberg (1889-1956) Vicecanciller de Austria.
Hora X: Eugenio de Saboya (1663-1736) Uno de los más brillantes generales que sirvió a Austria durante las guerras donde fueron expulsados los turcos otomanos de los territorios austríacos, húngaros y serbios a finales del siglo XVII
Hora XI: María Teresa I de Austria (1717-1780) La primera y única mujer que gobernó sobre los dominios de los Habsburgo y la última jefa de la casa de Habsburgo.
Hora XII: Joseph Haydn (1732-1809) Fue un compositor austriaco. Uno de los máximos representantes del periodo clásico, además de ser conocido como el «padre de la sinfonía» y el «padre del cuarteto de cuerda» gracias a sus importantes contribuciones a ambos géneros.


Detalle en Art Nouveau chapado en oro
Reloj Anker
Me hubiera gustado dar más detalles de este reloj. Los símbolos que representan las horas en la esfera y los que están en el círculo central, son dos incógnitas que quedan pendientes. No he conseguido encontrar nada sobre ellos.

TABLATE

Tablate
Era un pueblo donde un día hubo vida entre las pocas calles que lo formaban. Dos de ellas, las más principales, eran la calle Real, que pasa delante de la iglesia y la que subia al punto elevado en el que se encuentra la torre. En esta última vivían las familias con mejor posición económica. Hoy, se le conoce como «el pueblo fantasma» Sólo quedan casas en ruinas, en las que aún se puede apreciar cómo vivieron sus habitantes. La iglesia, destrozada por el paso del tiempo, aún conserva restos de alguna pintura en la pared que antes perteneció al Altar Mayor y hacía de retablo. El estado de deterioro es tal, que por momentos, mientras recorro el lugar, pienso que el pueblo fue bombardeado y sus habitantes tuvieron que salir corriendo; es solo un pensamiento. Enseguida te das cuenta de cómo la naturaleza ha hecho su trabajo, adentrándose poco a poco en todos los rincones de las viviendas dejando claro que ahora es ella la dueña del lugar. Y algún que otro “fantasma humano”, que ha merodeado por allí, se ha encargado de dejar testimonio de sus estancias esporádicas dentro de las viviendas. Se lo han llevado todo, ahora solo quedan paredes desprovistas de puertas y ventanas como restos de construcción.

Cuesta que sube hasta el pueblo
Tablate
La historia de Tablate se remonta, como el resto de los pueblos de la Comarca del Valle de Lecrín, a la época musulmana. El Libro de los Hábices de 1502 es el que arroja datos que nos permiten conocer un poco más como fueron estos pueblos. La alquería de Tablate era una de las más pequeñas. Aunque hay referencias de épocas anteriores, es a partir de la época nazarí que se tienen más datos. Mármol Carvajal (1524-1600) dice de Tablate que era un pueblo pequeño, de unos cien habitantes con un puente, llamado Tablate, por el que se pasa a las tierras de Lanjarón y Las Alpujarras. Tomás Lòpez (1730-1802) en su diccionario dice que contaba nueve vecinos y luego diez, con el anejo de Ízbor. Según el diccionario Madoz, en 1845, contaba con 400 habitantes. La población se mantuvo estable hasta los años 50, y empezó a decrecer notablemente en los años 60. (Estos datos varian según qué fuente se consulte, por tanto no hay que tomarlos al pie de la letra) A finales de las década de los 70 residían 10 familias, que se redujo a una en los 90. En su época de esplendor, Tablate tuvo ayuntamiento, biblioteca, un cementerio adosado en el lado oeste de la iglesia y Cuartel de la Guardia Civil.


Calle Real

Torre defensiva del siglo XVI
En la parte elevada del pueblo aún se mantiene en pie una torre del siglo XVI, que en su origen se construyó para defender el pueblo. Está situada en un lugar desde el que se domina el paso del camino y del puente. Se levantó a finales del siglo XVI o principios del XVII, tal vez sobre una construcción anterior de época nazarí. Tenía unas dimensiones de 4,15 x 3 m. de base y 5,5 m. de altura. Se construyó con muros de tapial reforzados en las esquinas con ladrillos, y rellena en el interior de hormigón de cal, excepto en la planta baja que cuenta con un habitáculo que junto a otras construcciones adosadas pudo servir de alojamiento a la guarnición de la torre; su existencia se ha relacionado con el control estratégico del puente.


La iglesia
Vista desde el exterior es el edificio que mejor se conserva, en cambio el interior ha corrido la misma suerte que el resto de las construcciones del pueblo. Es una iglesia cristiana que se construyó sobre una mezquita musulmana de la que se desconoce cómo estaba distribuida en el interior. Estaba dedicada a Santiago. Fue construida entre los años 1561 y 1563 por los maestros Luis de Morales, albañil, Francisco Hernández como carpintero, y Alonso Hernández, el alfarero que se ocupó de las tejas vidriadasdel tejado de la iglesia. Se reconstruyó en 1605, como el resto de las iglesias de la comarca cuando fueron incendiadas durante la rebelión de los moriscos. Fue dotada de campanario y sacristía. Es de planta rectangular, con una sola nave que se prolonga hasta el altar mayor. Conserva la armadura mudéjar original, aunque en una gran fase de deterioro a consecuencia del abandono del lugar. En la pared del Altar Mayor aún se aprecia una peana de ladrillo que en la época debió sostener el Sagrario. En la pared quedan restos de pinturas que fueron tapadas con cal cuando alguna vez pintaron el interior de la iglesia. Ahora el paso del tiempo y el deterioro las han hecho aparecer de nuevo.

Vista de la iglesia desde la calle Real

Las paredes del exterior están hechas por muros de ladrillo. En el origen debió tener dos puertas: una entrada principal formada por un arco de medio punto sin decoración, y a ella se accede por una pequeña escalinata. Y una puerta cegada en el lado este del edificio. La torre conserva, en su parte más baja, elementos de un alminar árabe que debió tener una altura de 8,75 m aproximadamente, y al que se añadió después el campanario. La torre actual tiene una altura de 11,70 m. rematada con cruz y veleta.



Dos pinturas, a cada lado de la cruz desaparecida en el presbiterio, dan a entender que no fueron tapadas con la cal

































Casa Grande que perteneció a la familia Damas Hernandez
Tablate
Esta casa perteneció a una familia adinerada de Granada, los Damas Hernández. Eran varios hermanos que residían en la capital y disponían de varias propiedades en Tablate, recibidas en herencia y gobernadas por Alejandro, uno de los hermanos. Parte de estas viviendas estaban ocupadas por familias venidas al pueblo cuando la zona del Valle de Lecrín fue repoblada o tal vez otras eran oriundas del lugar. No pagaban alquiler, pero a cambio entregaban una parte de la cosecha recogida a los propietarios. También había familias que eran dueñas de sus viviendas.

Molino de aceite
Según Madoz, Tablate tuvo tres molinos de aceite y dos de moler grano. Uno de los molinos de aceite estaba dentro de la Casa Grande.
Tablate

Horno
Aún perdura un horno de ladrillo para cocer el pan y otros alimentos. Es probable que fuera un horno colectivo, pues en el entorno no aparecen más.
Tablate
Hoy, es un pueblo olvidado y despoblado, que solo recibe visitas de gente que se siente atraída por la curiosidad de ver en qué estado se encuentra.

Otras fotos de Tablate

Pared lateral en el interior de la iglesia donde también hay restos de pinturas

Entrada a la sacristía

Techo origiginal de la iglesia

Entrada principal de la iglesia. La puerta de la izquierda lleva la coro, arriba, y hacia la torre-campanario

Jardín de la Casa Grande o corijo de los Damas Hernández


Entrada al jardín de la Casa Grande






























A la entrada del pueblo












































































Tal vez hubo una fuente en este jardín

















Vista de la cara interior de la torre