PATIO DE LA INFANTA

Considerado como una obra maestra del Renacimiento aragonés, este monumento se encuentra en el interior del edificio de la sede central de Ibercaja, en Zaragoza. Esta entidad lo recuperó y restauró en 1957 y, en 1980, lo instaló en el interior del edificio que hoy la ocupa. Con una larga historia detrás, el Patio de La Infanta formaba parte de una casa-palacio, en la calle San Jorge, que fue reformada por Gabriel Zaporta mediado el siglo XVI (1549). Este era un comerciante judío-converso cuya economía fue tan desmesurada que llegó a dar crédito al mismísimo Carlos I de España y así fue como se ganó una posición entre la nobleza. Tanto la reforma de la casa como la construcción del patio, fue con motivo del segundo matrimonio de Gabriel Zaporta con Sabina Santángel. El patio se terminó de construir en 1550.

Patio de La Infanta con una decoración llena de simbología. Construido en planta cuadrada con dos alturas
PATIO DE LA INFANTA
Decir que esta obra maestra es espectacular e impresionante, es quedarse cortos. Si es llamativa su arquitectura, plena de símbolos y de imágenes, su significado no lo es menos. Gabriel Zaporta no escatimó en gastos para la construcción del patio y en él está representado el horóscopo de la pareja en el día de su boda. Esta se celebró el 3 de junio de 1549, por ser la más adecuada astrológicamente para la pareja. El día 3 cayó en lunes, día de la Luna, planeta que rige el matrimonio y su fecundidad.

Casa de Gabriel Zaporta en 1903. La escalera que aparece en la imagen, pieza también importante, desapareció y nada se ha sabido de ella


Desde la muerte de Gabriel Zaporta y hasta 1936, en la casa vivieron todos sus descendientes. Después acogió a otras familias y huéspedes ilustres como la infanta María Teresa de Vallabriga, casada con el infante Luis de Borbón y Farnesio. Cuando este murió en 1785, la infanta retornó a su ciudad natal y vivió en este palacio. A partir de entonces se le conoce con el nombre de Patio de la Infanta.

Otra cara del antepecho con relieves de otros reyes y emperadores de la antigüedad. A la derecha de los medallones está el relieve del segundo trabajo de Hércules: Hércules luchando con la Hidra de Lerna. Tiene lugar en España, “tierra de conejos” llamada así por romanos y fenicios. Por eso en el rincón derecho del relieve aparece un conejo.
PATIO DE LA INFANTA

Atrás quedó el pasado noble de la casa Zaporta, y durante los siglos XVII y XVIII la planta alta, donde la familia Zaporta tenía sus dependencias, se convirtió en alojamiento para huéspedes y la planta baja se destinó a diferentes actividades: Escuela de Bellas Artes, Casino de Zaragoza, colegio, conservatorio, imprenta, carpintería, etc. En la actualidad este espacio se utiliza como sala de exposiciones.

En los antepechos del patio hay en total dieciséis medallones, cuatro en cada lateral. En el antepecho de la imagen están: el Emperador Carlos V, con el águila imperial en la coraza y en su espada grabado en latín su nombre “Carolus” (segundo a la izquierda) Está mirando hacia su hermano Fernando. En los extremos hay representados dos trabajos de Hércules; el de la derecha corresponde al “León de Nemea”
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El siglo XIX fue el más nefasto para la casa Zaporta. Mientras sus propietarios vivieron en ella, la mantuvieron tal cual la había reformado su predecesor. Otra cosa fue cuando, a causa de las diferentes actividades a las que fue destinado el edificio y el incendio que sufrió en 1864, el deterioro fue inevitable.

Esta foto, del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, muestra la época en que el patio se usó como carpintería.


En 1871, parte del edificio fue arrendado para albergar al Casino Monárquico Liberal, motivo que dio lugar a la primera restauración del patio.


Patio de la Infanta, en Zaragoza. El órgano forma parte del decorado.
PATIO DE LA INFANTATampoco se pudo evitar el incendio de 1894. La casa quedó bastante afectada, se perdió para siempre una buena parte de la riqueza de sus techos, puertas y ventanas de estilo gótico-mudéjar. Tras esta desgracia, el edificio cayó en el abandono hasta que en 1903 fue derribado. Sólo se salvaron el patio y la portada.


Izquierda. Foto de la antigua portada del Patio de la Infanta. Sacada del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza. 


Abajo. Portada actual de la casa Zaporta. En ambas fotos se puede ver el patio antes de pasar al interior. Cuando Zaporta reformó la casa suprimió el zaguán para dejar a la vista de los paseantes el interior del patio y así mostrar su estatus social.

Es un preludio de la simbología que contiene esta magnífica obra. La sabiduría y las virtudes del matrimonio, representadas en las jambas, guardan la entrada de la casa. En el dintel se representa un cortejo que se ve de derecha a izquierda.

PATIO DE LA INFANTA
Llegado este momento, nos podríamos preguntar qué fue de la portada y del patio. Ocurrió lo que tal vez nadie se esperaba, que fueron comprados por un anticuario francés llamado Ferdinand Schutz. El precio de venta fue de 17.000 pesetas y nadie, ni particular, ni institución, intervinieron para que esta obra no saliera del país. Esto indignó mucho a los zaragozanos que nada pudieron hacer para evitarlo.

Foto de 1904 sacada del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza. Tras derribar la casa Zaporta el patio fue desmontado y embalado para viajar a París


En París permanecieron durante más de cincuenta años despertando admiración y, como no, el deseo de ser adquirido por personas como Eva Perón. La empleada encargada de vigilar el patio y la exposición nos contó que al final el patio y la portada no viajaron hacia Argentina dado el elevado coste del traslado.










Año 1910. Patio de la Infanta en París montado en la casa del anticuario Ferdinand Schutz, en 25 Quai Voltaire.

En 1957, los hijos de M. Schutz anunciaron la venta del Patio de la Infanta. D. José Sinués, nombrado en 1933 director de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza (Ibercaja), propuso a dicha entidad su compra. Llegaron a un acuerdo con los hijos del anticuario francés y efectuaron la compra por tres millones de pesetas. En 1980 fue instalado en la sede central de Ibercaja donde se puede visitar de forma gratuita para todos los interesados.




Galería superior del patio. A la derecha de la imagen, la columna que representa al planeta Saturno. En el frente de la zapata se representa un unicornio como animal terrestre que simboliza el elemento Tierra. Este animal se repite; sustituye al cuarto animal que se supone sería un animal de agua 
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Si ajetreada y viajera fue la historia del Patio de la Infanta, la abundancia de simbología que la cubre, habla por sí sola. Nada fue esculpido al azar, sino que todos y cada uno de los relieves tiene un sentido, pues fue creado como una carta astral en la que se representa el horóscopo de la boda de Gabriel Zaporta con Sabina Santángel. El simpe hecho de admirarlo es un regalo para nuestros ojos, pero si además se comprenden las representaciones que contiene, esta obra cobra mucho más sentido.

El primer tema, representado en los cuatro antepechos, hace referencia al “Poder”: en total son dieciséis medallones esculpidos con bustos de reyes de diferentes épocas, entre los que no podía faltar el de Carlos I. En las esquinas  se representan ocho escenas, cinco son trabajos de Hécules y tres son alegorías.

Antepecho con cuatro medallones de reyes. En las esquinas dos trabajos de Hércules: derecha “El ganado de Gerión”, izquierda podría ser “El cinturón de Hipólita”, pero no he conseguido identificarlo. En el frente de la zapata se representa un águila que hace alusión al elemento Aire
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El segundo tema se encuentra en el friso, debajo del antepecho. En este último, la escena de la izquierda corresponde a “Las tres Gracias”.
Una serie de 28 medallones enfrentados entre sí, representan a parejas de amantes con la finalidad de resaltar la importancia del matrimonio. Entre los medallones hay ninfas, putti, centauros y otros animales mitológicos. En el frente de la zapata, sobre el capitel, se representa un león montado por un niño haciendo referencia al elemento Fuego
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El tercer tema está en las ocho columnas de alabastro sobre las que se sostiene el patio. Sin duda es el más interesante, ya que en ellas está reproducido el horóscopo del día de la boda entre Gabriel Zaporta y Sabina Santángel, que según los datos históricos se casaron el lunes, 3 de junio de 1949, a las 18:50. En ellas se representan los siete cuerpos celestes que se conocían en la época: Mercurio, Venus, la Luna, Marte, Júpiter, Saturno y el Sol. Se desconoce qué representa la octava y se le llama “columna”. Y no todos los planetas coinciden con su distribución en el horóscopo por razones arquitectónicas; el Sol, la Luna y Saturno si coinciden con el horóscopo, mientras que Venus, Marte, Mercurio y Júpiter no se corresponden.

Columnas del Patio de La Infanta. En todas se representan tres figuras unidas entre sí. A cada planeta le corresponde un metal, una ciencia y una virtud    
PATIO DE LA INFANTA
En la imagen, de izquierda a derecha:

Columna del Sol. Está colocada debajo del águila, que simboliza el Aire. Se representa con tres hombres, joven, maduro y viejo. El joven es Apolo, el Sol naciente; el maduro es el Sol de mediodía y el viejo es el ocaso. Significa: el oro, la gramática y la esperanza. Su signo de zodíaco es Géminis, signo aéreo.

Detalle columna de Júpiter

Columna de Júpiter. Significa el estaño, la geometría y la justicia. Las tres figuras son: un hombre en la madurez, una mujer y un anciano; son Júpiter, la Luna y Saturno. Sus brazos se entrecruzan y con ellos sujetan varios paños en los que se representan: el signo de Leo, entre Júpiter y la Luna; Aries entre la Luna y Saturno y una máscara sin ojos entre Saturno y Júpiter. Esta composición hace pensar a los expertos que lo han estudiado, que la posición de estos astros tiene lugar en un momento concreto. Se han consultado efemérides planetarias y han observado que las situaciones de los planetas es muy difícil que se repitan. La curiosidad es que, por la tarde, esta era la situación de los planetas en el cielo en Zaragoza el día de la boda.

Columna de Mercurio. Está situada bajo la zapata del unicornio montado por un niño. Significa: el mercurio, la dialéctica y la caridad. Se representa con tres hombres ancianos tocados con alas en la cabeza. El anciano que mira hacia el Sol, es muy parecido al anciano de la columna del Sol y a los ancianos de las columnas de Venus y Marte. En astrología quiere decir que Mercurio está en relación con estos planetas.



Detalle columna de Saturno

Columna de SaturnoSe encuentra bajo el león, símbolo del fuego. Representa el plomo, la astronomía y la prudencia. La forman tres ancianos unidos por los hombros. Debajo del anciano que mira al frente aparece el signo de Capricornio. Los otros dos tienen máscaras ciegas con un significado negativo; en astrología, Saturno es uno de los maléficos. 













Detalle columna de la Luna


Columna de la Luna. Situada bajo el unicornio, la Luna es la plata, la retórica y la fe. Representa a tres mujeres jóvenes unidas por los hombros: Artemisa sobre la Tierra, Selene en el cielo y Perséfone en los infiernos. Artemisa y Selene tienen bajo las rodillas trofeos militares, y Perséfone una máscara ciega.














De izquierda a derecha: Venus, la Luna y Marte. Venus y Marte flanquean a la Luna.

Columna de Venus. Es el cobre, la música y la templanza. En esta columna aparecen representados: Venus, como figura femenina que mira hacia la Luna y a Marte. La acompañan dos figuras masculinas, Vulcano, su marido y Marte, su amante, con Cupido a sus pies.

Columna de Marte. Es el hierro, la aritmética y la fortaleza. Aparecen representados dos hombres y una mujer unidos por los hombros con culebras. Son Marte, Vulcano y Venus.









Octava columna. Es una incógnita qué representa y se la conoce con el nombre de “columna”
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