PUENTE DE LATA
Es
popularmente conocido como “el Puente de Lata”, pero también se le conoce como “el
Puente de Hierro”, incluso en una ocasión escuché que lo llamaban “el puente de
Gor”. Precisamente ahí, en Gor, empieza la historia de este puente metálico que
hoy se exhibe cruzando del río Dúrcal. Su nombre original era Puente Grande de
Gor.

Su
historia es poco habitual para un puente. El hecho de que fuera trasladado
desde su primer emplazamiento en Gor, una localidad situada en la parte
oriental de la comarca de Guadix, hasta Dúrcal, en el Valle de Lecrín, puede
resultar curioso para muchos, entre los cuales me incluyo. El gran problema que
se encontraron los ingenieros durante la construcción del puente de Gor fue la falta
de solidez del terreno en que se apoyaba. Tenía que cruzar el arroyo de Gor,
pero el estribo construido en el lado de Baza cedió varias veces provocando la
inestabilidad del puente. Ante la imposibilidad de encontrar una solución
técnica para subsanarlo, el ingeniero y director encargado en ese momento de la
construcción de la línea férrea Guadix-Baza, Stanislav Basinsky, se dio por
vencido y el puente quedo para el olvido. Décadas más tarde, su función fue
cubierta mediante la construcción de un nuevo puente a unos dos kilómetros del
primero, de menos categoría, conocido como el puente Chico.
Atardecer
en el puente de Lata

La
creación del viaducto de Gor formaba parte del proyecto de construcción de la
línea de ferrocarril entre Granada y Murcia, en el tramo de Baza a Guadix. El
trazado de la línea pasaba por la parte oriental de la Hoya de Guadix que, en
general, no presentaba grandes complicaciones a excepción del paso del río Gor.
Estribo del lado de
Granada, lado de Baza en el puente de Gor. El arco de fábrica de mampostería se
construyó para permitir la circulación de vehículos entre Granada y Motril.

En
1885, la concesión para la construcción y explotación de esta línea fue cedida
a un inversor inglés, Edmund Sykes Hett, interesado en los negocios relacionados
con el ferrocarril. Pasados dos años transfirió esta concesión a la compañía The
Great Soutern of Spain Railway, cuyos intereses principales eran las líneas de
ferrocarril minero en lugar de construir la totalidad de la línea
Murcia-Granada. Esta compañía impulsó que la línea creciera hacia Murcia para
transportar el mineral procedente de Almería y a principios del siglo XX la red
ferroviaria llegaba hasta Baza. La inversión superó los pronósticos de la
compañía que, ante las dificultades económicas, decidió dar por terminada la
línea en Baza dejando pendiente el tramo que faltaba hasta Granada.
Perfil
del puente de Lata

El
primer proyecto del viaducto de Gor data de 1890. De él solo se han encontrado
los planos firmados por Neil Kennedy, aunque la concepción de su diseño se
atribuye a James Livesey, un ingeniero industrial inglés que con anterioridad
había trabajado en España (1857-1862) en la construcción de otras líneas de
ferrocarril. Se dice de este primer diseño que era bastante innovador en España,
de gran envergadura y con un alto nivel de detalle. De haber llegado a
construirse, en la actualidad estaría considerado como una gran obra, pero al
quedar suspendida la construcción del tramo de la línea de Baza hasta Granada
el viaducto corrió la misma suerte.
Plano
original del puente Grande de Gor. 1890
El
siguiente proyecto para la construcción de la línea Guadix-Baza llegó en 1904. Rafael
de la Escosura fue el ingeniero encargado de revisar el proyecto original, al
que incorporó algunas modificaciones. Junto a él, otros ingenieros como Juan
Cervantes Pinelo, José Moreno Ossorio, Stanislav Basinsky y Silvestre Fernández
de la Somera, formaban un equipo de técnicos, autores de la construcción de
otros viaductos, que trabajaban para la Compañía de Caminos de Hierro del Sur.
Todos participaron en la construcción del viaducto de Gor, lo que lleva a
pensar que entre todos diseñaron el nuevo proyecto que fue presentado en enero
de 1904.
Nuevo
diseño del puente Grande de Gor. 1904


El
factor que más influyó en el diseño del nuevo puente fueron las condiciones adversas
del terreno, de las que los técnicos ya tenían conocimiento. Por eso se optó
por construir un puente con estructura metálica (en cantiléver). Se optó por la misma solución para las pilas (apoyos
intermedios) para reducir peso, aunque lo habitual en éstas era en construcción
de fábrica. En cada extremo del puente se construyó un estribo de mampostería cimentado
sobre una base de hormigón de cal hidráulica, al que se agregó posteriormente un
terraplén de acceso. Esta última decisión era arriesgada porque los estribos
tendrían que soportar el empuje horizontal de una gran cantidad de tierra en su
cara exterior que, de no estar bien cimentados, podría ocasionar problemas en
el puente. Los técnicos de la compañía, asumieron el riesgo y continuaron
adelante. Sobre este hecho, los ingenieros encargados de la revisión técnica
del puente informaron y demandaron medidas para mejorar la seguridad del
puente.
El
puente de Lata sobre la gran arboleda que nace en las orillas del río Dúrcal

Sin
esperar a que todas las cuestiones técnicas previas estuvieran resueltas, en el
verano de 1904 se iniciaron las obras. El proceso para su montaje consistía en
la construcción de los extremos, en primer lugar, para después completar el
tramo central en cantiléver. Los
problemas surgieron bastante antes de la inauguración, que estaba prevista para
principios de 1906. En diciembre de 1905, el terraplén de acceso del lado de Baza
comenzó a deslizarse sobre su base provocando una inclinación importante del estribo.
Esto fue debido a una serie de filtraciones que provenían de las acequias altas
de Gor (principalmente de la Acequia de la Mujer) que atravesaban el terraplén
de lado a lado. A pesar de los intentos de reconstrucción del estribo del lado
de Baza, las soluciones para salvar el puente se fueron agotando hasta llegar a
la conclusión de que nada se podía hacer.
Reconstruyendo
el estribo del lado de Baza
Puesto
que la movilidad del terreno no aseguraba la estabilidad del puente, principal contratiempo
que no pudieron solucionar los ingenieros encargados de realizar las obras, lo
que le sobrevino a esta estructura de hierro fue el abandono. Esta situación dio
lugar a que en la primavera de 1906, los técnicos comenzaran a plantearse la
construcción de un nuevo puente. Stanislav Basinsky, ingeniero y director del
ferrocarril Guadix-Baza en ese momento, fue quien tomó la decisión de abandonar
las obras del puente para construir otro nuevo.
Imagen
del viaducto de Gor en 1909. El tren está cruzando el puente y también se puede
apreciar el apuntalamiento del estribo del lado de Baza.
La
línea Guadix-Baza se inauguró oficialmente en noviembre de 1906, con la
excepción del tramo del puente, que nunca llegó a ser reconocido como apto para
la circulación por los ingenieros del Ministerio de Fomento, debido a la
inseguridad del terreno. Esto no impidió que el puente fuese utilizado entre
1907 y 1912. El tren realizó su primera travesía el 15 de marzo de 1907, aunque
de una forma un tanto peculiar: en enero se había publicado una Real Orden que
prohibía que los viajeros cruzaran el puente subidos en el tren; así, una vez el
tren se aproximaba al puente, los viajeros tenían que bajarse y cruzar a pie,
seguidos por el tren con el maquinista y el fogonero. Esta operación se
realizaba bajo el control de la Guardia Civil. Afortunadamente fue solo una
solución provisional mientras el nuevo puente era construido. Se trata del
Puente Chico, que fue inaugurado en 1912.
Detalle de una pilastra del puente

Durante
ese periodo transitorio, los viajeros comenzaron a cansarse de esta situación.
A veces tocaba hacer la travesía de noche, a oscuras, o cuando llegaba el
invierno, el frío, la lluvia y la nieve, lo complicaban aún más. Solicitaron al
Ministerio de Fomento que les permitiera cruzar el puente subidos en el tren.
Esta solicitud fue desestimada porque lo contrario habría significado dar por
abierto el tramo y autorizar la explotación del mismo.

El Puente Grande de Gor estuvo toda una década olvidado, hasta que fue
adquirido por la empresa de Tranvías de Granada para emplearlo en la línea
Granada-Motril, a su paso por Dúrcal. Entrado ya el siglo XX, esta compañía se
vio favorecida por el progreso comercial que le permitió expander su red de
ferrocarril, sobre todo en dirección a la costa influenciada con la creación
del puerto de Motril en 1920.
El Puente de Lata es noticia
Para colocarlo en su nuevo destino tuvo que ser modificado, reduciendo los
252 m. de longitud del original a 193,33 y añadiendo en la base de los pilares unas
celosías de hormigón armado para incrementar su altura.
El traslado de Gor a Dúrcal lo realizó una empresa alemana, con una grúa que
fue transportada en barco desde Alemania hasta el puerto de Almería y desde
allí en tren hasta Gor. El puente fue desmontado y trasladado en camiones hasta
Dúrcal, donde se reconstruyó en el mismo orden que se hizo la primera vez, los
dos extremos primero y a continuación la parte central. La inauguración tuvo
lugar en julio de 1924.
El Puente de Lata y el tranvía. Imagen tomada por Jeremy Wiseman en 1962
El Puente de Lata estuvo en servicio cubriendo la línea Granada-Dúrcal durante
50 años sin que la estructura se resintiera. Esta línea no solo ofrecía el
servicio de transporte de viajeros, sino que también se empleaba para el
transporte de mercancias que tan beneficioso resultó para todas las industrias
de la provincia que comenzaban a emerger.
La rentabilidad económica del tranvía comenzó a resentirse con la
competecia de otros medios de transporte, en particular los servicios de
autobuses. En 1963 se suspendió el servicio de tranvía urbano en Granada. Años
después, en 1969, se suprimía el servicio interurbano de mercancias.
Finalmente, en 1971 se eliminaba el servicio interurbano de viajeros. En 1974
se eliminó definitivamente la red de tranvías de España por orden de la FEVE
(Ferrocarriles españoles de vía estrecha)
Tractor
con vagones de mercancías atravesando el puente de Dúrcal 1928
Tras
la desaparición del tranvía, el puente pareció no tener futuro. Una propuesta
de la FEVE consideró la posibilidad de su desmantelamiento. Afortunadamente,
parece ser que gracias a la visita a Dúrcal de algunas personalidades del
momento, se apreció convenientemente el valor estético y artístico del puente y
se decidió su conservación.
En
la actualidad el Puente de Lata depende del Ayuntamiento de Dúrcal, que hace
años realizó algunas actuaciones para embellecerlo junto con su entorno. No
obstante, el deterioro que ha ido sufriendo hace que su estado actual esté
requiriendo algo de atención. Toda su estructura metálica parece necesitada de
una nueva capa de pintura. De la iluminación nocturna con la que contó en sus
mejores momentos solo quedan los restos. Incluso las zonas ajardinadas
construidas en sus accesos se encuentran ahora algo abandonadas. Pero,
pese a su aspecto desgastado, no existe impedimento para todo el que desee
caminar sobre él y apreciar su altura de vértigo y el paisaje tan espectacular
que ofrece de norte a sur y de este a oeste.Imagen del tablero del puente

El
puente de Lata se encuentra a la salida de Dúrcal en dirección Granada y sirve
de enlace entre la barriada de Marchena y el pueblo.
Paseo
entrando por el lado de Dúrcal

Paseo entrando por el lado de la barriada de Marchena

Como
broche final de esta entrada, os dejo con la historia de “El alemán que cayó del puente y salió ileso”. Está escrita por
Diego Moreno Fernández:
Corre
por Dúrcal la tradición oral de un hecho singular; el caso de un alemán que se
cayó del puente y no le pasó nada. Ahora que el puente parece estar de
actualidad por su lavado de cara; y también pensando que las palabras se las
lleva el viento, un servidor quiere dejar constancia por escrito de una
anécdota refiriendo las relaciones que tuve con la misma.
El
abajo firmante, hoy jubilado, trabajó durante muchos años como ingeniero
técnico de Obras Públicas en la Confederación Hidrográfica del Sur y en la
dirección de obras que el Estado hacía en Motril. Allí conocí, trabajando
juntos, a Miguel Sánchez Ivar, motrileño y de cuya seriedad actualmente quizás
haya algún paisano suyo que dé fe.
Pues
bien, Miguel era el encargado de la obra civil (obra de hormigón) cuando se
trasladó el puente de Gor a Dúrcal, mientras la obra metálica la hacía una empresa
alemana. Estaba cierto día Miguel, desde la Cuesta de la Valdesa, por debajo
del puente, enseñando la obra a un pareja de la Guardia Civil y señalando a un
muchacho alemán que se movía por la plataforma de la estructura, cuando he aquí
que vieron cómo el joven perdía el equilibro y caía al lecho del río.
"Pero
Miguel-dije yo a mi amigo- ¿no dio en alguna rama?" "No, señor-replicó
con seriedad casi ofendido Miguel- ¡lo vi yo caer". Y siguió contándome
que siendo entonces joven, corrió hasta el bulto inmóvil del alemán, lo cogió
en brazos y lo llevó a una especie de enfermería que tenían a pie de obra. Allí
tendió al inconsciente obrero y avisó a don Evaristo Pérez Carrillo. Era el
médico de Dúrcal, quien también me confirmó en todo la historia de Miguel.
Don
Evaristo no quiso mover lo que era o estaba a punto de ser un cadáver, y así
cogió unas tijeras e intentó cortar una manga de la cazadora que tenía puesta
el muchacho; vieron que éste se incorporaba y sin apenas conocimiento él mismo
ayudaba a quitarse la tal cazadora. Don Evaristo lo reconoció: sólo tenía roto
un hueso de una pierna, pero estaba vivo. Lo trasladaron al hospital y su
fuerte naturaleza hizo que algunas semanas después estuviera de nuevo
trabajando en la obra.
Cuando
le daban bromas sobre lo acaecido, él, en su chapurreo decía "mocha
suerte, mocha suerte". Cuando yo, tanto a mi amigo Miguel como a don
Evaristo les exponía mi extrañeza ante el final feliz de una caída desde una
altura de 53 metros (altura que un servidor midió en su día junto con José
Enrique Puerta Jorge, siendo éste alcalde de Dúrcal), me dijeron que la única
explicación era la siguiente: el alemán tenía una fuerte cazadora de cuero
cerrada por delante con una cremallera; se supone que al caer se infló
sirviendo en parte como paracaídas.
También
de las manifestaciones del protagonista dedujeron que perdió el conocimiento de
la impresión al empezar a caer, o sea que llegó a tierra como un borracho, como
muñeco de trapo. Su fuerte naturaleza y el destino hicieron lo demás. Aun así,
el caso es por demás extraordinario y pienso que de tan singular hecho bien
merece, creo, la pena que quede constancia por escrito.

RECOMENDACIÓN:
Después
de terminar este agradable e interesante recorrido por el puente de Lata, os
invito a que bajéis por la Cuesta de la Valdesa para que veáis el puente desde
abajo, como hizo Miguel en su día con la Guardia Civil. Si continuáis bajando
hasta el final de la cuesta, se llega a un restaurante llamado “El Chambao del
Vizco”. Allí, además de burlar los rigores del calor del verano, se puede degustar una excelente cocina de la mano de Rocio. Puedo asegurar que la comida y la
atención que ofrecen a todos sus clientes no os defraudará.
CURIOSIDAD:
Desde su altura, el Puente de Lata ha sido testigo de
las reuniones familiares junto al río, organizadas por los durqueños cuando llegaba el
verano. Desde tiempo atrás existía la costumbre de construir pozas para bañarse y con sus cestos llenos de comida pasar el día y hacer más llevaderos los calurosos días de esta época del año.
Hola Belen,
ResponderEliminarTengo mucho interés en el Puente de Gor, y sí el tiempo permite pasaré la semana que viene para verlo.
Por favor mira www.gssr.es que está en construcción.
Saludos
Max
Hola Max,
ResponderEliminarTambién a mi me resultó muy interesante toda la historia que encierra la construcción del Puente de Gor, para nosotros el Puente de Lata. Me quedé bastante sorprendida cuando supe de todas las complicaciones: económicas, burocráticas, técnicas,...que hubo en torno a este proyecto.
He visitado la página que me recomiendas y efectivamente está en construcción. Espero poder seguirla y mientras guardo la dirección.
Gracias por tu comentario.
Un saludo,
Belén
Hola Belén,
EliminarSoy Max, otra vez. Hay progreso sobre la página web www.gssr.es/index_s.php (en español). Hay una página sobre el viaducto aqui: http://www.gssr.es/slideshow2_s.php?Ref=VIA
Saludos
Max
Gracias Max. Lo miraré.
EliminarUn saludo
Belén