RESTÁBAL. Historia de la iglesia
La iglesia de Restábal se
encuentra ubicada en el centro del pueblo y lo divide en dos barrios: Barrio
Alto, con un pequeño rincón que yo siempre he conocido como el Apero, y el
Barrio Bajo. Aún hay otra zona en el pueblo elevada e independiente: las
Erillas y la Ermita.
Imagen de la iglesia antes del incendio de 1965. Se reconoce por el cartabón (así lo llama mi padre) que hay entre el tejado y la torre. Después del incendio esa parte no se construyó
De no haber sufrido el segundo incendio, hoy podría ser una de las iglesias más antiguas de toda la comarca del Valle de
Lecrín, pues junto con la de Béznar, Cónchar y Albuñuelas, fueron las primeras
iglesias en construirse a primeros del siglo XVI. Las obras estuvieron a cargo
de Rodrigo Hernández, maestro mayor de 1505 a 1537. La iglesia de Béznar es la
primera documentada, aunque el oratorio de Restábal fue el primero en
construirse.
Fachada principal de la
iglesia. Puerta principal y única. En el empedrado figura el
escudo del municipio de El Valle
La fecha más antigua que he
encontrado data de 1501, año en que la iglesia fue erigida canónicamente. Fue instituida por Diego Hurtado de Mendoza, arzobispo de
Sevilla, «en el lugar de Restábal» (Arrastaval en esa época) bajo la advocación
de Santa María.
Escudo en el tímpano de la puerta principal de la iglesia
El escudo que figura en el
tímpano de la puerta principal de la iglesia corresponde al arzobispo Francisco
Perea: Flor de Lis, Águila y tres Bastones. Se cree que durante su pontificado (1720-1733) mandó reparar la
iglesia.
Entre naranjos. Fachada lateral
izquierda de la iglesia. Siempre he conocido una cruz colgada en esa pared. Con
el paso del tiempo tuvo que ser sustituida, y en 2012 se le añadió la visera o
tejadillo para protegerla. Fue realizado por Alejandro Reyes. La cruz expuesta es de 1911
Las iglesias del Valle de
Lecrín fueron en su origen las mezquitas que se levantaron durante la
dominación musulmana en la península ibérica. Tras la conquista de Granada por
los Reyes Católicos en 1492, estos edificios mudéjares, con la
cristianización, se convirtieron en iglesias tras ser bendecidas. Esto fue para
las mezquitas mayores, y las restantes las alquilaron a particulares dando a
los edificios diferentes usos. En la reorganización que se hizo de las
parroquias, en todo el valle se constituyeron tres, siendo una de ellas la de Restábal
con sus anejos: Melexís, Murchas, Alauxa (en torno a Pinos del Valle) Burnielas
(Albuñuelas) Naro y el Cautil (podrían situarse en el barrio de La Fuente de
Saleres y junto al castillo de la Alfarería)
La
iglesia vista desde la calle Iglesia. Siempre conocida como Cuesta de los
Higuerones
Durante
la rebelión de los moriscos en 1568, las iglesias de la comarca del Valle de
Lecrín fueron saqueadas y luego quemadas. En 1572, el licenciado Machuca como
juez, Antonio Pérez como escribano, y los testigos Francisco López y el padre
Aragón, se personaron en Restábal para realizar las diligencias necesarias para crear el Libro de Apeo de Restábal; lo más parecido a lo que
hoy entendemos por Catastro. Todo quedó anotado y firmado por los allí
presentes en este Libro, del que cita textualmente sobre la iglesia: «La Yglesia
del dicho lugar esta toda ella quemada e destruyda, como lo bio por bista de
ojos el dicho señor juez e yo el presente escrivano, de que doy fee, e está tan
perdida e maltratada que casy es menester hazerse de nuevo porque el fuego fue
grande, e hasta las piedras ardian, a causa dello se dize misa en una casa
particular del dicho lugar, y no ay ninguna canpana en ella»
Portada lateral de la iglesia.
Estilo gótico tardío. Arquitectura: arco carpanel flanqueado por columnas con
capiteles góticos que sostienen un ribete a modo de alfiz. Debajo hay una
inscripción latina borrada por el paso del tiempo y difícil de leer
Pero no todo se perdió. Testimonio de ello es la puerta cegada que se conserva en la
pared lateral izquierda de la iglesia. Debió resistir el incendio porque la mantuvieron cuando el edificio fue
reconstruido a finales del siglo XVI. Por esta puerta se entraba habitualmente
a la iglesia, dejando la principal para las ocasiones especiales. Esto fue así
hasta que el 2 de diciembre de 1965, de nuevo iglesia se incendió. En el interior de la iglesia,
esta puerta se corresponde con el altar donde está colocada la Virgen de los
Dolores.

Altar con la imagen de la Virgen de los Dolores
Altar con la imagen de la Virgen de los Dolores
Cuadro colgado encima del
altar. Es un óleo de la Virgen de las Angustias, una obra del siglo XVII considerada de gran valor artístico. Es la más antigua de la iglesia
La reconstrucción que se hizo a
finales del siglo XVI tuvo que ser para rehabilitar la armadura. En ese momento era Arzobispo de Granada Pedro de Castro,
nombrado por Felipe II en 1598 para el cargo. Sus escudos (hoy desaparecidos)
fueron colocados en 1594 a ambos lados del retablo, también desaparecido en el
incendio.
No dispongo de muchos datos
acerca del retablo, pero algo si hay: los escudos situados en la parte
superior pertenecen al Arzobispo Pedro de Castro. Para el resto de los
elementos integrados en el retablo pregunté a mi padre; el conoció la antigua
iglesia. De los cuatro cuadros que había, solo recuerda el que estaba en el
centro del segundo cuerpo y dice que era
el más valioso. Cree recordar que se trataba de la Asunción de la Virgen. En el primer cuerpo estaban las imágenes de la Virgen del Rosario
(izquierda) y San Cristóbal (derecha) también desaparecidas en el incendio. Y antes que San
Cristóbal, ocupaba el lugar una imagen de la Resurrección.
Altar Mayor
En la breve cronología de esta
iglesia se describe el edificio, en un informe de 1621, como una iglesia de una
sola nave, la sacristía y la torre con una campana. Esta distribución del
edificio se sigue mencionando a mediados del siglo XVIII: «En 1755 se dice que
tenía una nave de 30 x 9,5 varas, con cuatro altares, tres de ellos con retablos
dorados» Mi padre hace mención a tres de
estos altares con retablos dorados. Pero solo recuerda dos: uno de ellos estaba
dedicado a la Virgen de los Dolores, no sabe dónde estaba colocado, y en el
otro retablo había una imagen de San José. Este último fue costeado y donado
por José Sáenz Diente y se encontraba en el lugar que ahora ocupa una hornacina
que alberga la imagen de la Inmaculada (En la foto de arriba, primera hornacina
de la pared izquierda)
La iglesia de nuestros días se
compone de una Capilla Mayor, elevada, con un gran arco que la separa del resto
de la nave, y dos capillas laterales.
Capilla Mayor
Las dos capillas laterales dispuestas
en la iglesia sobrevivieron al incendio y son por tanto más antiguas, pero no
se construyeron al mismo tiempo. La capilla lateral derecha, en el lado de la
Epístola, fue la primera en levantarse. Pudo ser costeada por el licenciado
Cristóbal de Morales en la primera mitad del siglo XVII. Este era el vicario
parroquial de Restábal con su anejo de Saleres y quien más tarde mandó
construir la ermita de San Cristóbal, en el barrio de la Ermita. La capilla estaba
dedicada a la Virgen del Rosario, principal devoción en esa época, luego en
honor al Santo Cristo y en la actualidad al Santísimo. El señor licenciado solicitó
recibir sepultura en esta capilla y así lo dejó dispuesto en su testamento con
fecha de 4 de febrero de 1630:
“y si estuviere en el
lugar de rrestaval me entieren en la iglesia del dicho lugar en la capilla de
nuestra señora del Rosario que por mi devocion yo e lavrado en la dicha iglesia”
Capilla
lateral derecha

Cuando visité la iglesia con mi
padre, al llegar a la altura de esta capilla me comentó que el techo es
antiguo, que ya estaba antes del incendio porque las capillas no se vieron
afectadas−. El retablo y el resto del mobiliario fueron donaciones hechas a la
iglesia tras ser reconstruida.
Techo con bóveda de crucería
Otro detalle que resaltó mi
padre fue la inscripción que hay encima del arco de la capilla en cuestión. Se
encontró durante la reparación de las paredes de la iglesia en el año 1965. Está escrito en latín y algunas letras apenas son legibles.
Inscripción en latína
La capilla lateral izquierda,
en el lado del Evangelio, se construyó en 1797 para albergar a la Virgen del Rosario.
Ahora se usa para celebrar el sacramento del Bautismo.
Capilla
lateral izquierda. El
retablo neogótico que acompaña a la imagen de Nuestro Padre Jesús ha sido
donado recientemente
La verja que adorna esta
capilla pertenecía a la iglesia antigua. Estaba colocada a la izquierda del
cancel, según entramos a la iglesia. Allí se encontraba entonces
la pila de Bautismo.
Capilla lateral izquierda. Verja de la antigua iglesia. Fue trasladada aquí tras la reconstrucción del
edificio en 1965
Y en el lado derecho del
cancel, según entramos a la iglesia, había una escalera que daba acceso al coro,
y debajo de este una pequeña habitación que servía como almacén.
Imagen tomada desde el Altar Mayor
Este es el aspecto que presenta hoy la casa del cura y la torre
El
incendio que sufrió la iglesia en 1965 es el que está más presente. Quizá
porque el primero tuvo lugar en una época convulsa, cuatro siglos y tres años antes y apenas hay constancia de ello. El próximo 2 de diciembre de 2018 se
cumplen 53 años de este incendio. La generación
de nuestros padres, de los que nacimos en ese año, fueron testigos de lo ocurrido; nosotros apenas contábamos unos
meses y otros estaban por nacer, entonces nacían muchos niños en un año. Esa
misma noche nació otra niña, y no fue la
última del año. Yo fui bautizada en la antigua iglesia y supongo que todos, o casi
todos los que nacieron antes de diciembre también se bautizaron, pues el
incendio ocurrió en la madrugada del día 2 al 3.
Este es el testimonio de mi
padre, de cómo vivió la noche del
incendio:
−La
noche del 2 de diciembre, en el barrio de La Carnicería, estuvimos apagando un
incendio que se había producido en la casa de un vecino. A las cinco de la
madrugada empezó a sonar la campana de la iglesia con ritmo acelerado, con toda
la rapidez que una persona puede tirar de la cuerda. Esa noche no pude
conciliar el sueño porque tú −es decir yo con siete meses− no dejabas de llorar −siempre he pensado
que mi llanto fue una premonición de lo que iba a ocurrir−.
−Al
escuchar el sonido− continúa diciendo− pensé que el fuego no se había extinguido y llamaban para que
acudiéramos a sofocarlo de nuevo. Salí de casa lo más rápido que pude y me
dirigí hacia la iglesia para ver qué pasaba. Tomé la calle Iglesia y al tiempo
que subía por ella, D. Andrés, párroco del pueblo en esa época, bajaba muy
apurado mientras terminaba de ponerse la camisa y me gritaba:
_
¡Miguel corre hacia la iglesia que está ardiendo y sigue tocando la campana!
¡Ahora la está tocando mi madre! ¡Ve y la sustituyes! ¡Pero no abras la puerta
que da paso a la iglesia para que el fuego no se extienda hacia la casa!−
Celebrando una boda en la
antigua iglesia. Se distinguen las dos naves laterales. El púlpito desapareció
con el incendio y la puerta de acceso a la sacristía estaba detrás
−Me
dirigí hacia la casa del cura, la entrada es un pasillo que lleva directamente
a la base de la torre y del techo pende la cuerda que hace sonar la campana, y
tomé el relevo con la madre de D. Andrés para seguir tocando. Sentí la curiosidad
de ver que ocurría en el interior de la iglesia y abrí la puerta. Lo que vi me
dejó sin palabras: todo el interior parecía un horno, tenía un color dorado,
igual que cuando queman hierba de monte en un horno. En ese instante llegó D. Andrés y de nuevo me gritó,
pero esta vez para reprenderme por haber abierto la puerta; la cerré de
inmediato−.
Aspecto que presentaba la casa
del cura y la torre antes del incendio
−Al
toque de la campana, la gente del pueblo se empezó a reunir en torno a la Plaza
de la Iglesia. Nada se pudo hacer, solo esperar a que las llamas se
extinguieran mientras observábamos a través de las dos puertas del edificio cómo
las imágenes, el coro,… todo se reducía a cenizas. Entre tanto se decidió
desalojar la casa del cura como medida de precaución, D. Andrés y su madre
vivían allí. Los bomberos llegaron cuando ya había amanecido. Todos los
destrozos quedaron dentro de la iglesia, y las capillas y la sacristía no
ardieron−.
Así quedó la iglesia tras el
incendio. Imagen de la puerta lateral que hoy está cegada. Vecinos del pueblo
trabajan en la recogida de escombros
−El
pueblo entero se movilizó −continúa relatando mi padre− para limpiar los escombros de la iglesia,
cada uno con los medios de que disponía. Incluso unos cuantos hombres subimos
hasta la parte alta de los muros para limpiarlos; lo que no recuerdo es cómo lo
hicimos para llegar hasta arriba. Se tardaron varios días en retirar todos los
escombros. Cuando la iglesia quedó limpia y sin techo, de Granada vino un grupo
de personas que hacían Cursillos de Cristiandad para hacer una Hora Santa−.
−En
las investigaciones realizadas se descartaron que el incendio lo provocara un
cortocircuito porque el diferencial del cuadro eléctrico (los plomos) estaba en
perfecto estado en la sacristía. También buscamos durante la retirada de
escombros si algún objeto había sobrevivido y nos dimos cuenta de que faltaba
la lámpara grande de plata que pendía del techo−.
Este es el aspecto que presenta hoy la casa del cura y la torre
−La
reconstrucción iba a resultar costosa y el pueblo no podía correr con los
gastos; era necesario recaudar dinero.
Fernando Sánchez Rosales, alcalde del municipio entre 1972-1979, y D.
Andrés, el párroco, fueron los encargados de organizarlo todo para que la
iglesia fuera reconstruida. La ayuda económica se consiguió pidiendo dinero por
todos los pueblos del Valle de Lecrín. El pueblo que más dinero aportó fue El
Padul, tal vez influyó que D. Andrés es natural de allí. El arzobispo
contribuyó con 50.000 pts. La curia no aportó nada porque consideró el incendio
como un castigo y como tal no merecía una recompensa. El coste total de la
reconstrucción de la iglesia fue de 1.025.000 pts.−
Sagrario. En la base lleva una
inscripción que dice:
«Este templo parroquial de
Restábal, del Valle, fue destruido por un incendio el día 2 de diciembre del
año 1965. El día 12 de octubre de 1966 se terminó su total reconstrucción con
la colocación de este sagrario construido en los talleres del escultor y
orfebre granadino Miguel Moreno»

La torre de la iglesia no se
vio afectada por el incendio, pero con el paso de los años ha necesitado
algunas reparaciones. De la primera que tengo constancia, gracias al recuerdo
de mi padre, fue hacia 1945 cuando él contaba 10 años:
−El
tejado tenía un agujero y había que repararlo−me cuenta.
−Se
arregló con maderas viejas que el carpintero de Melegís, Antonio Garrido
Garrido tenía en su finca. Él fue más tarde mi maestro, con quien aprendí el
oficio de carpintero−.
−No
fue reparado por albañiles, los andamios que se levantaron para llevar a cabo
el trabajo no eran seguros y nadie quiso arriesgarse. Entonces Antonio Garrido,
tomó la decisión de arreglarlo el mismo. Los gastos que generó este arreglo fueron
cubiertos por Francisco Fernández, vecino del pueblo−.
Lado sur de la torre
−Entre
1975 y 1980, siendo párroco del pueblo D. Antonio González Terribas, se hizo
una segunda reparación de la torre. Se construyó una armadura de madera de pino
oregón y de suecia. Los materiales los pagó la Curia, con la cantidad de 105.000 pts. La mano de obra
estuvo realizada por los voluntarios del pueblo−.
Lado norte de la torre. La
campana lleva inscrito el nombre de “la
Castañera”
Estuvo en la ermita del Campo de los Mártires
de Granada; así consta en el archivo. La campana se llama de los santos Cosme y
Damián, titulares del convento de los Mártires. Tras la exclaustración del
convento fue solicitada por el párroco a mediados del siglo XIX y concedida por
la comisión de la Curia. (Esta información la ha facilitado D. Andrés)
Todo el mobiliario que contiene
la iglesia en la actualidad fue donado tras el incendio y recientemente se ha
visto incrementado gracias a la donación que se ha hecho por parte de un
convento de Granada.
Cómoda antigua que se conserva de la anterior iglesia. Se encuentra en la sacristía

La última reparación que se
hizo en la iglesia fue en 2013 a causa del derrumbe del techo de la Capilla
Mayor. Por suerte
el desplome ocurrió cerca de la madrugada y no durante la misa que se dijo la
misma tarde. Hubo que pedir un préstamo al banco, aunque el pago de este corre a
cargo de una vecina del pueblo.
Para terminar esta entrada de
la iglesia de mi pueblo, hago alusión al antiguo cementerio que estaba junto a
la iglesia. En los años ochenta los restos fueron trasladados al nuevo, salvo
los de las personas que fueron enterradas en el suelo y que aún siguen allí.
Desde entonces este es el aspecto que presenta el lugar.
Espero que os haya gustado y si alguien tiene algún dato, sugerencia,... que aportar estaré encantada.
REFERENCIAS:
DICCIONARIO GEOGRÁFICO-ESTADÍSTICO-HISTÓRICO DE
ESPAÑA Y SUS POSESIONES DE ULTRAMAR (1845-1850) Tomo XIII, pág.426. Pascual
Madoz, 1806-1870.
Todas las fotos antiguas las he obtenido del grupo
de Facebook RESTÁBAL EN EL RECUERDO, previa consulta con su administradora
Mercedes Ruiz.
Gómez Moreno, profesor de historia de la Universidad
de Granada. PERIÓDICO VALLE DE LECRÍN Nº 19, 23 DE ABRIL DE 1989
Libro:
El Valle. Libros de Apeo y
Repartimiento de Melegís y Restábal" editado por su ayuntamiento.
LA ERMITA DE SAN CRISTÓBAL DE RESTÁBAL (GRANADA). HISTORIA Y ARTE DE UN
ESPACIO SECULARIZADO. Isaac
Palomino Ruiz.
LOS HÁBICES DE LAS IGLESIAS DEL VALLE DE LECRÍN. Historia y Arqueología.
Lorenzo L. Padilla Mellado.
LAS PARROQUIAS DE LA DIÓCESIS DE GRANADA (1501-2001) de Miguel A.
López
Y la colaboración de mi padre, Miguel Reyes, con su testimonio sobre la noche del incendio de 1965.
Genial, enhorabuena Belén. Gracias por compartir la información y en especial el material fotográfico que me ha emocionado.
ResponderEliminarUn abrazo, restabeña.
Gracias eva. Como digo siempre: es un trabajo que me gusta hacer y, por qué no, compartir. Me alegro de que te haya gustado. Un abrazo.
ResponderEliminarBelén
Después del incendio el párroco también salió a recaudar ayudas entre los restabeños que habian emigrado. Por Mataró pasó, yo era un crio, pero recuerdo que comió en casa y planteó el tema.
ResponderEliminarHola Toni,
ResponderEliminarDe eso no tengo constancia. Solo sé lo que mi padre me contó. En cuanto al párroco, ¿te refieres a D. Andrés?
Lo comentaré con mi padre, que aunque cuenta 83 años aún conserva memoria, pero también es verdad que otras no las recuerda.
Gracias por tu aportación.
Un saludo,
Belén