JARDINES DEL TRIUNFO
Sería más fácil, sobre todo
para mí, limitarme a poner unas cuantas fotos comentadas del lugar que quiero
mostrar y la entrada del blog estaría lista en un pis-pas. Pero mi curiosidad va
más allá; por eso siempre intento retroceder en el tiempo y encontrar el origen
de cada lugar, en la medida que la información me lo permita.
La historia sobre los Jardines
del Triunfo me lleva hasta el siglo XIII, época en que la ciudad estaba aún bajo
dominio árabe y en cuyo emplazamiento actual se ubicaba un cementerio musulmán,
el cementerio de Saad ben Malic. La necrópolis
estaba rodeada de una muralla y sus puertas estaban dotadas con torres que
defendían las entradas.
Plano de Granada del
siglo XIV. En la imagen: el punto 2 corresponde al arco de puerta de Elvira y el
punto 1, de la derecha, al cementerio musulmán de Puerta Elvira, ahora los Jardines del Triunfo.
Jerónimo Münzer, un
médico germano que visitó Granada en el otoño de 1494, escribió esto a su paso
por el cementerio de Puerta Elvira: "El 23 de octubre
por la mañana, saliendo por la puerta de Elvira, por donde se va a Córdoba,
hallamos al paso el cementerio de los sarracenos, que en verdad creo en dos
veces mayor que todo Nuremberg, lo que me causó mucha admiración.”
Tras la Reconquista, los Reyes Católicos convirtieron el cementerio en
campo comunal para que la población se reuniera con el ganado o bien lo usaran
como eras.

El elemento a destacar
en este gran espacio es la columna coronada por una escultura de la Inmaculada
Concepción; que en caso de poder situarnos a su altura nos permitiría dominar
la ciudad.
Fue un proyecto de
Carlos Buigas, el mago de las fuentes, como también se le conocía. La fuente mide
75 m. de longitud y cuenta con 265 surtidores que proyectan un caudal de agua
de 800 litros por segundo. Para lograr el efecto de las luces de colores, estas
se componen de cinco juegos de colores básicos proyectados por 600 lámparas.
En el año 2000 se colocó el
monumento a San Juan de Dios, santo de gran relevancia en Granada. Es una obra
realizada en bronce por Miguel Moreno Romera y representa a San Juan de Dios en
el umbral de una puerta; hacia él se dirigen un mendigo y una mujer. En la base
de la escultura hay grabadas dos frases del santo que dicen:
Tan pobres y maltratados los vi, que me quebraron.
En esta casa se reciben sin distinción enfermos y gentes de todas clases: tullidos, mancos, leprosos, mudos, locos, paralíticos, tiñosos y otros muy viejos y muy niños.

Imagen tomada desde la calle central de los Jardines del Triunfo.
Imagen nocturna de los Jardines del Triunfo
La Virgen del Triunfo se representa con una corona imperial y rayos en sus costados. Las manos están cruzadas y de ellas cuelga un relicario que el cardenal Baronio entregó a los primeros jesuitas que llegaron a Granada.
Esta Inmaculada Concepción también recibe el nombre de Virgen del Triunfo o Triunfo de la Virgen, de ahí que los jardines lleven ese nombre. El porqué de estos dos nombres está relacionado con el Dogma de la Inmaculada Concepción (fue dogma de fe cuando, en 1854, el papa Pío IX lo declaró como tal mediante la bula Ineffabilis Deus). La creencia en este dogma, desde muy antiguo, fue polémica por carecer de fundamento evangélico; pero con el paso de los siglos fue tomando solidez pues divinizaba la figura de María, Madre de Jesús. En el caso de Granada, que había sido cristiana antes que musulmana, al ser de nuevo reconquistada por los Reyes Católicos y tras ser los moriscos expulsados después de su derrota en la Guerra de Las Alpujarras, se encendió el debate entre los inmaculistas y maculistas dando lugar a enfrentamientos que ganaron los primeros. Granada era de nuevo un reino y necesitaba recuperar su pasado cristiano; de ahí el Triunfo de la Virgen.
Esta Inmaculada Concepción también recibe el nombre de Virgen del Triunfo o Triunfo de la Virgen, de ahí que los jardines lleven ese nombre. El porqué de estos dos nombres está relacionado con el Dogma de la Inmaculada Concepción (fue dogma de fe cuando, en 1854, el papa Pío IX lo declaró como tal mediante la bula Ineffabilis Deus). La creencia en este dogma, desde muy antiguo, fue polémica por carecer de fundamento evangélico; pero con el paso de los siglos fue tomando solidez pues divinizaba la figura de María, Madre de Jesús. En el caso de Granada, que había sido cristiana antes que musulmana, al ser de nuevo reconquistada por los Reyes Católicos y tras ser los moriscos expulsados después de su derrota en la Guerra de Las Alpujarras, se encendió el debate entre los inmaculistas y maculistas dando lugar a enfrentamientos que ganaron los primeros. Granada era de nuevo un reino y necesitaba recuperar su pasado cristiano; de ahí el Triunfo de la Virgen.

Granada fue la primera
ciudad de España que admitió y defendió el dogma de la Inmaculada Concepción de
María, el 2 de septiembre de 1618. Para dar testimonio de este juramento, en
1626 se acordó crear un monumento. El diseño fue encargado a Francisco de Potes
y la creación de la escultura a Alonso de Mena. No obstante, debido al bajo
presupuesto destinado a la creación de la obra, ésta no estuvo terminada hasta
1631.
El pedestal lleva
cuatro tableros de mármol blanco que originalmente cada uno tenía una
inscripción. Tres de ellas fueron eliminadas en 1777 porque sus textos eran de
dudosa procedencia. El tablero que aparece en la foto es el que conserva el
texto, porque describe el motivo por el que se levantó el monumento.
La primera ubicación que se eligió para este monumento
fue el Sacromonte, tal vez –y esto es una opinión mía– porque justo en la misma
época en que surgió el debate entre inmaculistas y maculistas, en este monte se
descubrieron los “Libros
Plúmbeos”, cuyo contenido influyó en la confrontación a favor de los
inmaculistas. Sin embargo, las condiciones del lugar no lo permitieron y se
decidió colocarlo junto al Arco de Elvira.
También formó parte de
este espacio una plaza de toros que se construyó en 1768 (entre los Jardines
del Triunfo y la Avenida de La Constitución) y de la que se estuvo haciendo uso
hasta que la ocupación francesa paralizó sus actividades para acoger a las
tropas reales. Después el edificio cayó en decadencia y un incendio destruyó la
plaza el 10 de septiembre de 1876. Tres años después se decidió construir una
plaza de toros nueva, pero esta sería emplazada junto al Hospital Real. Se
inauguró en 1880 (“la chata” le acabaron llamando porque era más baja en
altura) con una capacidad para 15.000 personas y nueve años más tarde un
huracán destruyó la parte alta de las gradas. Su desgracia no terminó aquí
porque en 1912 de nuevo se produjo otro incendio. Al año siguiente la plaza fue
restaurada y estuvo albergando eventos hasta que fue cerrada definitivamente en
1948.
Imagen de la plaza de
toros con el monumento de la Virgen del Triunfo. Año 1863-1900
De nuevo el Campo del
Triunfo quedó convertido en una explanada abandonada hasta que algunos años más
tarde, en 1955, el alcalde de la época presentó un proyecto para construir los Jardines
del Triunfo que hoy conocemos. Este proyecto incluyó el traslado al lugar que
hoy ocupa del monumento de la Inmaculada. Cinco años más tarde, el 8 de
diciembre de 1960, fueron inaugurados los Jardines del Triunfo.
La fuente de Los
Jardines del Triunfo, conocida también como “la fuente de colores”, completa la
decoración de este entorno. Se ubica en el mismo lugar que ocupó la segunda
plaza de toros de Granada entre 1880 y 1948.


En esta casa se reciben sin distinción enfermos y gentes de todas clases: tullidos, mancos, leprosos, mudos, locos, paralíticos, tiñosos y otros muy viejos y muy niños.

Imagen tomada desde la calle central de los Jardines del Triunfo.

Imagen nocturna de los Jardines del Triunfo

Comentarios
Publicar un comentario