MELEGÍS
A
modo de introducción, quiero comenzar esta entrada de blog sobre Melegís
diciendo que el pueblo que hoy conocemos es un hermoso lugar donde la gente es
acogedora, de carácter muy alegre e interesada en mantener su pueblo bien
cuidado y siempre vivo.
Melegís
comenzó a formar parte de la historia a partir de la ocupación musulmana –los
datos escritos parten de ese periodo− y, aunque el paso del tiempo ha ido
borrando la huella de aquella época, todavía hoy es un lugar que guarda un bonito
patrimonio.
Toda
la información que expongo a continuación la he buscado minuciosamente y he
procurado contrastarla. No obstante, si alguien tiene algo que aportar, ya sea para
ampliar la información, hacer una aclaración,… aceptaré encantada.
Melegís visto desde Restábal con Sierra
Nevada al fondo.
Es un pueblo situado en la parte
meridional de la comarca del Valle de Lecrín, en la provincia de Granada. Hasta
1972 fue independiente, fecha en la que pasó a unirse a sus vecinos Restábal y
Saleres para formar el municipio de El Valle.
Este paisaje me es muy familiar, la
casa de mis padres tiene una terraza mirando hacia Sierra Nevada y desde allí
tomé la foto. Es un privilegio poder admirar cada día la grandeza que nos
ofrece la naturaleza.
Vestigios
encontrados en toda la comarca de El Valle hacen pensar que aquí hubo
asentamientos de iberos, fenicios y romanos. Pero es a partir de la conquista
musulmana que se obtienen las primeras referencias escritas del lugar y del topónimo
árabe −Milisis−, que da nombre a
Melegís. También en algunos escritos antiguos aparece como Melejis, Melexís y Melexix.

En
el mapa aparece un núcleo urbano en torno a la iglesia. Resalta con diferencia la
unión del río Torrente con el río Grande por el oeste. El Barranco de Los Jirones
por el este, que separa el pueblo de una zona llamada “el Vaño”. Hacia el sur,
al otro lado del río Grande, dibuja el cortijo de Budas y el de Jolonque. En la
zona norte resalta la era y el molino de aceite y el secano de Laxaraz, hacia el oeste.
Imagen de la iglesia de Melegís, a la izquierda y la plaza Eduardo Rebollo Aranda, a la derecha
Gómez
Moreno, profesor de la universidad de Granada, dice en un artículo publicado en
1989 en el periódico del Valle de Lecrín: Melegís
debió ser una zona importante y rica ya desde los primeros establecimientos de
los moros en Andalucía, pues estos, aprovechando el acueducto ibero-romano de
los Arcos de Cónchar regaban toda la vega del pueblo, por lo que éste fue una
zona agrícola privilegiada por su riqueza en agua.
Imagen de la iglesia de Melegís, a la izquierda y la plaza Eduardo Rebollo Aranda, a la derecha
En numerosos textos se cita el hecho de que Melegís fue residencia de la corte nazarí durante un breve periodo de tiempo, época que Gómez Moreno sitúa durante el reinado de Muley Hacen –padre de Boabdil−, entre 1464 y 1482.
La noche tiene mil ojos, el día uno
sólo. (Francis William Bourdillon,
1852-1921)

Tras
la conquista de Granada en 1492, los reyes cristianos dieron continuación a una
institución musulmana denominada los habices. Estos eran una serie de bienes
que los creyentes musulmanes donaban a las mezquitas y cuya finalidad era hacer
un bien social a la comunidad. Con el paso del tiempo las tierras, casas,
tiendas, hornos,… se convirtieron en bienes habices para no tener que declarar
las posesiones. En 1501 estos bienes habices fueron numerados, lo que ha
ayudado en la actualidad a conocer mejor como vivía la población a principios
del siglo XVI en Granada. En los comienzos del nuevo reino cristiano, una parte
de los habices fueron donados por la corona a la iglesia y el resto quedó en
poder del rey. En los habices de 1502 de la alquería de Melegís, de Manuel
Espinar Moreno, se cita que los habices de Melegís fueron “deslindados” y
“apeados” por el alguacil Hernando de Achraz, "pues conocía bien los bienes que
había y cuál era el destino de cada uno de ellos", pero se desconoce la fecha en
que este hecho tuvo lugar.

Continuando
con esta cronología de Melegís, la iglesia es el siguiente punto a tratar. Fue
construida en la segunda mitad del siglo XVI, entre 1562 y 1567, antes de que
tuviera lugar la rebelión de los moriscos (1568-1571). Es de estilo mudéjar y
una de las que mejor lo representa coincidiendo con el momento álgido de este
estilo de arquitectura.
Está
dedicada a San Juan Evangelista, aunque el patrón del pueblo es San Antonio y
en honor a él se celebran las fiestas patronales.
Imagen de la iglesia de
Melegís

Tres
nombres figuran como autores de esta construcción: el albañil Bartolomé
Villegas, el carpintero Francisco Hernández y el cantero Pedro Gómez de
Fuentefría. En el exterior destacan dos portadas:
Fachada y entrada principal de la iglesia de Melegís.
Portada abierta en el muro derecho de la iglesia.

A espaldas de la iglesia aún se conserva el antiguo cementerio. En la imagen se ve el muro que rodea el antiguo cementerio y la iglesia al fondo

Antiguo cementerio

En
el interior de la iglesia nos vamos a encontrar con un templo de una sola nave
rectangular con el Altar Mayor más elevado, dos capillas, la sacristía y el
coro que se eleva a los pies de la iglesia.
Imagen de la nave de la iglesia
En
ambos lados de la nave, entre el altar mayor y las capillas, hay dos pilastras
que ya no tienen utilidad, pero se cree que pueden ser construcción original.
Es posible que desaparecieran cuando la iglesia fue restaurada en 1599 después
de haber sido saqueada y quemada durante la rebelión de los moriscos. También
se quemó la armadura (techo de madera) que fue reconstruida por Alonso López
Zamudio en el mismo año.


Retablo Mayor
El
retablo, llamado de Juan Evangelista, data del siglo XVIII con un estilo
barroco. Los elementos principales que integran el retablo de esta iglesia,
comenzando por el ático, son:
Cristo
en la Cruz, del
siglo XVIII, estilo barroco y atribuido al escultor Pedro de Mena, aunque no
está confirmado.
En
el segundo cuerpo, de izquierda a derecha están las esculturas de: San Benedicto, San Juan Evangelista y San Ramón Nonato, este
último representado con una palma en la mano izquierda, por su
condición de mártir y el Santísimo Sacramento en la mano derecha. Las tres
esculturas pertenecen al siglo XVII en estilo barroco.
En el
primer cuerpo, de izquierda a derecha, están las esculturas de: la Virgen del Rosario,
que en otras descripciones era la imagen de San
Francisco de Paula (siglo XVII y estilo barroco) la que
ocupaba la hornacina. En el centro el Manifestador,
del siglo XVIII y estilo barroco. Y San Francisco de Asís,
del siglo XVII y estilo barroco.
En
la parte central y baja del retablo, llamado banco, está el Sagrario.
Imagen del Sagrario sobre
el antiguo Altar Mayor


Capilla del Sagrado Corazón de Jesús
La
imagen del Sagrado Corazón de Jesús está integrada en un pequeño retablo de
madera tallada. Fue bendecido el 24 de septiembre de 1919 siendo el párroco D.
Eduardo Rebollo Aranda, cuyos restos descansan en esta capilla desde el día de
su muerte, el 20 de enero de 1946, por deseo general del pueblo.
Capilla de San Francisco de Paula
Esta capilla se construyó en 1791 a petición de Baltasar Sevilla Sáenz-Diente, quien también cubrió los gastos. Bajo esta capilla hay una pequeña cripta donde reposan sus restos, los de su esposa, Francisca de Espada y Blanca y su cuñado Manuel de Espada y Blanca.


Altar de San Antonio de Padua
San
Antonio de Padua es el patrón de las fiestas mayores de Melegís. Se encuentra
en un altar en la nave principal de la iglesia. El altar fue costeado y
construido por Francisco Donaire y su esposa, María Aguilar en 1818. La imagen
de San Antonio de Padua es de estilo barroco del siglo XVIII y el retablo que
alberga la escultura es de estilo neoclásico del siglo XIX.
Extracto del Libro de Apeo de Melegís

Aunque
los moriscos fueron expulsados, sus bienes se quedaron y se repartieron entre
los nuevos repobladores. Para ello, el licenciado Machuca, juez de su Majestad
y su escribano, Antonio Pérez, llegaron a Melegís el 9 de Febrero de 1572 para
levantar acta, deslindar y distribuir los bienes. Así se crearon los “libros de
Apeo”, donde además quedaron deslindados los municipios.
Las
crónicas del siglo XVII hablan de las epidemias que hubo entre 1632 y 1649,
años en que la población de El Valle de nuevo sufrió un descenso y,
posteriormente, de la fundación de la cofradía del Santísimo Sacramento en
Melegís en 1696.
De los
siglos XVIII y XIX aún se conservan en Melegís casas blasonadas que conservan
los escudos de las familias que vivieron en ellas. La calle de La Fuente fue una
de las más señoriales del pueblo:
En
el nº 5, casa de Miranda, está el escudo de la Orden de
Calatrava.
En
el nº 6 vivió José Ortega Sáenz-Diente, nacido en Saleres en 1846 y fallecido
en Cuenca en 1916. Fue inspector del cuerpo de abogados y diputado en Las
Cortes. En la misma fachada, pero en el nº 10, también está el escudo de los
Miras y Calafar, aunque con un diseño diferente. Aquí vivió Francisco Castro, “el
ingeniero de Melegís”, empresario dueño de la fábrica de conservas, de la
fábrica de luz San Antonio y del molino de harina de Piedra Aronda.
Fachadas de ambas casas blasonadas

Escudo de los Miras y Calafar en el nº6
Los
caballeros Miras y Calafar estaban emparentados con los Sáenz-Diente.
Escudo de Miras y Calafar en el nº 10
En
el nº 7 vivió Encarnación Ortega Roldán, hija de Pedro Sáenz-Diente. También
presenta el escudo de los Miras y Calafar, este fechado en 1773.
Fachada de la casa donde vivió la hija de Pedro Ortega Sáenz-Diente y


En
el nº 11 está la casa Aragón con el escudo de los Pineda.


Ubicada frente a la iglesia se encuentra la gran casa de Sáenz-Diente con el escudo familiar en una de sus fachadas. A la derecha, en detalle el escudo familiar de los Sáenz-Diente.




Ubicada frente a la iglesia se encuentra la gran casa de Sáenz-Diente con el escudo familiar en una de sus fachadas. A la derecha, en detalle el escudo familiar de los Sáenz-Diente.


En
el nº 10 de la calle Granada se conserva la puerta de la fábrica aceitera, que
conecta con la casa del empresario de Melegís, Francisco Castro. En la parte
izquierda de la foto se aprecia una cruz y resto de otra del antiguo viacrucis.
Fabrica aceitera
Fabrica aceitera

Atrás
quedan las casas blasonadas para conocer las tradicionales fuentes de Melegís.
La más representativa es la fuente y lavadero, por su valor histórico y por el sentimental
que los habitantes del pueblo le otorgan. Hasta 1974, año en que se instaló en
esta localidad la red de abastecimiento de agua, el lavadero se usaba para
lavar la ropa, dar a beber a los mulos,… Las fuentes eran el único medio para disponer
de agua. Hoy el lavadero se ha convertido en un monumento digno de admirar por su
buen estado de conservación. Los que lo conocieron antaño, porque tenían que
hacer uso de él, guardarán otro recuerdo.
Imagen del Lavadero en la calle Fuente

No
era así en el origen. Se cree que inicialmente era una pileta a nivel del
suelo, que con el paso del tiempo se fue adaptando a las necesidades de quienes
la utilizaban y el nivel de las pilas se fue elevando hasta la altura de la
cintura porque era más cómodo para el lavado.
Imagen nocturna de la calle Fuente con
el Lavadero iluminado.

Poca
información he podido recabar sobre el lavadero de Melegís, tan solo que su construcción
en piedra no es la original, que tiene una hermosa techumbre con vigas de álamo
pintadas para protegerlas y bajo este techo se cobija un cuadro del Cristo del
Paño de Moclín.


Antigua fuente de la Alcuilla en la calle La Redonda. Recientemente ha sido transformada en una nueva fuente y desplazada de su lugar original.

La tercera fuente se encuentra ubicada en el camino que lleva a
Murchas. Al lado se ha construido un muro de piedra adornado con ruedas de
molino.

Fachada y portada del antiguo molino de Las Eras que ahora se encuentra en restauración. Era un molino de sangre, es decir, que el molino se mueve por tracción animal con la finalidad de moler o triturar.

En Las
Eras de Melegís, llamada así esta zona porque ese fue el uso que se le dio en
otra época, hay una plaza dedicada al Corazón de Jesús. En el centro se eleva
una pilastra que soporta la imagen religiosa. A media altura de la pilastra hay
una pequeña hornacina que alberga una imagen de San Antonio.

En la imagen de abajo quiero resaltar dos cosas: En el lado izquierdo, las casas corresponden
a la calle Larga y en la pared se puede ver una contraventana en arco que
dentro guarda una estampa de la Santísima Trinidad. En el lado derecho, la
fachada corresponde a la calle Alamillo en la que hay una placa dedicada al
juez Manuel Contreras Molina, municipal de Melegís a principios del siglo XIX.

Fábrica de jabón Nuestra Señora de la Fe
A
principios del siglo XX, en Melegís hubo una fábrica de jabón que perteneció a
la familia Contreras. Coincidiendo con la construcción de la carretera
comarcal, surgieron pequeñas industrias que se verían favorecidas con la
novedosa vía de comunicación; antes se llegaba a estos pueblos por un camino de
herradura.

En
los años 50 del siglo XX la fábrica se trasladó al otro lado de la carretera,
justo enfrente de la original. En la actualidad está cerrada y ambas casas son
viviendas privadas.

Mirador
de Las Alvinillas
En
la salida del pueblo, en dirección hacia Restábal, en 2005 se construyó un
mirador desde el que se puede contemplar una parte del valle: Restábal, Pinos
del Valle y la presa de Beznar, resguardados al abrigo de las sierras que
configuran este hermoso lugar.

Pero
no es un simple mirador, además tiene como tema “la emigración” para rendir homenaje
a todas las personas que a partir de los años sesenta marcharon a Francia,
Alemania, Suiza… Está decorado con diferentes esculturas relacionadas con las
vivencias que todas estas personas tuvieron en esos meses que pasaban fuera del
hogar.
En las pilastras de la imagen de abajo
hay una cafetera y una lámpara.

La
autora de estas obras, Elena, es una escultora natural de Zaragoza que estudió
Bellas Artes en Granada. Los elementos más llamativos son los diferentes tipos
de sillones que representan el mobiliario de la sala de estar de una casa.
Colocados en el mirador invitan a sentarse cómodamente y disfrutar del bonito
paisaje que este lugar ofrece.

Cruz de Piedra de Melegís
La
cruz se encuentra ubicada en la calle Piedra de Melegís, antiguo camino de
herradura que llevaba y lleva a Restábal.

En el estado en que se encuentra la cruz, gastada por la erosión de los siglos que le han pasado, podría representar cualquier otra imagen. La información que se tiene es que podría tratarse de una "cruz de término" del siglo XVI. Era costumbre en esta época levantar este tipo de monumentos en las entradas y salidas de las poblaciones con la finalidad de dar testimonio cristiano. De igual manera también se construyeron para conmemorar fechas y acontecimientos importantes.

El
material que se empleó para su construcción es un tipo de piedra llamada
calcarenita amarilla. Se calcula que pudo llegar a medir alrededor de tres
metros, en cambio no se ha podido verificar si llevaba un Cristo crucificado en
relieve.
También es posible que la cruz fuera una estación de viacrucis, como la cruz
que hay frente a la iglesia. De esta última solo se conservan los tres peldaños y la
base, mientras que ahora presenta una cruz de chapa imitando la madera aunque se piensa que la cruz original también pudo ser de piedra.

En
el muro que hay cerca de la cruz de la calle Piedra hay un mural de cerámica granadina que cuenta su origen.

REFERENCIAS:
1.-
Los habices de las iglesias del Valle de Lecrín. Historia y Arqueología. Tomo
I. Lorenzo Luis Padilla Mellado
2.- La arquitectura religiosa granadina en la crisis
del renacimiento (1560/1650). José Manuel Gómez-Moreno Galera
3.- Habices
de la alquería de Melegís del valle de Lecrín (Granada) en 1502. Manuel Espinar
Moreno
4.- Apuntes de Historia del Valle de Lecrín (I). Valdelecrín. Jorge Alonso
García
5.- Revisión bibliográfica para el estudio del
patrimonio histórico artístico en el Valle de Lecrín (granada) Siglos XIII al XV.
María Aurora Molina Fajardo. Curso 2006-2007.
6.- Libros de Apeo y habices de las
diferentes poblaciones del Valle de Lecrín.
7.-
Municipio de El Valle
Un magnífico trabajo, hecho con rigor y cariño. Las fotos son sensacionales. Enhorabuena y muchas gracias por compartirlo.
ResponderEliminarGracias José Antonio por tu comentario. La parte más amena y divertida de este trabajo es buscar la información y costrastarla después.
ResponderEliminarCompartirla no cuesta nada, me gusta mostrar a la gente, sobre todo con las fotos, estos lugares tan maravillosos.
Un saludo
Vengo a agradecerle, a la autora, su trabajo. Me alegra encontrarme con una presentación de Melegís desde su patrimonio histórico, así como su formato divulgativo.
ResponderEliminarSon muchas las cuestiones que hay planteadas y apelo a aunar esfuerzos en el conocimiento de nuestro pasado.
Quiero que se me permita aprovechar para hacer un apunte sobre la falacia de la "retórica" construida sobre la limpieza de sangre, que el nacional-catolicismo asumió y que todavía pueda mantenerse en la visión de alguna persona. No es que piense que la convivencia se enriquece desde el respeto, que también; es que: los documentos, nos han revelado la naturaleza mestiza del Melegís del Renacimiento. Después de la guerra de 1568-71 no hay una expulsión total de la población morisca, de hecho, quien dicta el Libro de Apeos es un morisco. Los moriscos se habían bautizado en 1501. Indicativa era la pervivencia en la actualidad del apellido andalusí "Faciaben", ahora constatamos cómo los Libros Hábices recogen negocios jurídicos que ponen de manifiesto la integración de moriscos en la nueva sociedad melegileña del siglo XVI, como es el caso de Antonio del Castillo.
El templo, al tenor de un querido historiador, fue construido por los moriscos bajo los patrones renacentistas; dentro de un programa de aculturación, atendiendo al profesor Ignacio Henares Cuéllar; pero afloran elementos estéticos judios, musulmanes y cristianos.
No discuto que pueda haber en Melegís quienes se consideren arios, pero la torre de Melegís es un monumento a la tolerancia por la fusión que realiza, y esa es una de sus grandezas.
Tengo ese apellido Faciaben, de Durcal. Me interesa saber su origen y escudo si lo tuviera.
EliminarHola Anónimo, en cuestión de apellidos no te puedo ayudar. Tal vez Antonio Morillas Freire te pueda dar alguna información como persona que conoce la historia de nuestro valle. La otra opción es online, donde podrás encontrar información sobre el origen de los apellidos.
EliminarGracias por comentar,
Saludos
Belén
Gracias Antonio Morillas por entrar en mi blog. Tu comentario es bien recibido, siempre enriquece compartir otras opiniones. Me llama la atención cuando dices que el Libro de Apeo fue dictado por un morisco, hecho que no es de extrañar porque, efectivamente, no todos los moriscos fueron expulsados. También los Bienes Hábices musulmanes fueron heredados por los nuevos cristianos.
ResponderEliminarHa sido un placer compartir esta información.
Gracias
Un saludo