RESTÁBAL. MIRADOR DE LOS GUITARROS
Este mirador pertenece al
pueblo de Restábal, asentado en la hondonada de un valle, desde donde nos ofrece
unas vistas espectaculares según en qué zona del pueblo nos encontremos; un
privilegio para los que nacimos allí y los que lo vienen a
conocer. El Mirador de Los Guitarros es un bonito rincón del lugar.
Vistas desde el balcón del
Mirador de Los Guitarros
La información que he podido
conseguir es bastante escasa. La inscripción que hay escrita en la guitarra,
colgada en una de las paredes del mirador, me ha permitido ir tras la pista,
pero como he dicho antes no hay mucho que aportar. Para descubrir lo que ahora
contaré, recurrí a mi padre, que por su edad pensé que algo debía saber y a
Mercedes, paisana de Restábal y conocedora de la historia de nuestro pueblo.
Guitarra que conmemora el 71
cumpleaños de Marcos
La inscripción dice así:
En
la casa que ocupaba esta plaza vivió Juan Ortega, llamado “el guitarro”. Junto
a su mujer crio nueve hijos, una sobrina, una yunta de mulos y una yegua. Esta
guitarra conmemora el 71 cumpleaños de su nieto Marcos. Homenaje de su familia
y amigos.
Restábal,
25 de abril de 2017
Marcos, el homenajeado, debe de
ser o fue (desconozco si vive) el hijo de Pepe «guitarro» primogénito de Juan Ortega y de Paca, a la que
también llamaban «Frasquita
la guitarra» Sobre el apodo, solo sé que Juan lo
heredó de su padre.
Mirador de Los Guitarros
El mirador se construyó en el
número 37 de la calle Real, emplazamiento en el que estuvo la casa que
perteneció a Juan Ortega, apodado «el
guitarro» y a su familia, como dice la lectura de la guitarra. Al parecer
no vivieron siempre aquí porque se mudaron a otra casa no muy lejos de la
primera. Al morir Juan dejó la casa en herencia a sus hijos. Esta era como la
mayoría de las construcciones antiguas de los pueblos: casa pequeña de dos
plantas y muros anchos, donde las ruinas de las escaleras perduraron en el
tiempo.
Aunque la mayoría de los
hermanos eran partidarios de vender la casa, uno de ellos, Manuel, apodado «el correo» estuvo interesado en quedársela
abonando a cada hermano la parte económica correspondiente. De él hay una
frase: «ni compro, ni vendo» que se hizo popular entre los demás hermanos;
imagino que por su indecisión a la hora de gestionar el inmueble. Manuel no se
quedó la casa, según me confirma mi padre, y tampoco ningún otro miembro de la
familia se hizo cargo.
Mosaico que cuenta un poco de
historia

El paso del tiempo y el
desinterés por parte de la familia convirtieron la casa en ruinas. A principios
de los años 80 del siglo XX, entonces mi padre era el alcalde del municipio de
El Valle, tuvo que tomar cartas en el asunto. El estado ruinoso de la casa era
tal que constituía un peligro.
Esta placa, explica que
Restábal fue hasta mediados del siglo XIX un punto estratégico entre Granada y
El Valle de Lecrín, ya que por aquí pasaba el Camino Real Granada-Motril
El hijo menor de Juan Ortega,
Frasquito «el guitarro» fue íntimo amigo de mi padre, y con él tuvo que hablar
para informarle del estado de la casa. Frasquito le dijo a mi padre que nadie quería saber
nada de la casa y que tomara la decisión correspondiente. Así se hizo y la casa fue
derribada. El coste fue de 30.000 pesetas, que corrieron a cargo del
ayuntamiento porque los descendientes una vez más se desentendieron. El solar
quedó olvidado en el tiempo, sin nadie que lo reclamara quedando de esta manera adjudicado al ayuntamiento hasta que se decidió construir el
mirador.
El barrio de Las Erillas visto
desde el mirador
NOTA:
Desconozco la fecha de
construcción y el día en que fue inaugurado, y también puede que algún dato no
sea exacto. Cualquier información al respecto será de agradecer.
Comentarios
Publicar un comentario