REAL MONASTERIO DE SAN JERÓNIMO

Imponente edificio el que se levanta como monasterio de San Jerónimo y cuya fundación está relacionada con la conquista de Granada por los Reyes Católicos. Es un conjunto de iglesia y monasterio en el que se mezclan dos estilos, gótico y renacentista, y artistas como Jacobo Florentino y Diego de Siloé.

Imagen tomada desde la avenida de Severo Ochoa
Real Monasterio de San Jerónimo
Se encuentra ubicado en el barrio de la Duquesa, barrio aristocrático de Granada que fue creado en el siglo XVI con motivo del nuevo acondicionamiento de la ciudad, tras la llegada de los Reyes Católicos. El nombre del barrio está relacionado con María Manrique, duquesa de Sessa y esposa del Gran Capitán que, tras iniciarse las obras del monasterio por los reyes, se hizo cargo de los gastos de la Capilla Mayor a cambio de ser enterrada en ella junto a su esposo.


Imagen tomada desde la calle Gran Capitán. Ábside de la iglesia de San Jerónimo con una impresionante cabecera. En el primer cuerpo del edificio se mezclan: el estilo gótico inicial con el renacentista de la decoración en relieve del escudo de armas de los duques de Sessa, sostenido por guerreros y atribuido a Jacobo Florentino. En el segundo cuerpo hay una inscripción que narra las hazañas del Gran Capitán, sostenida por las alegorías de la Fortuna y de la Industria, obra de Diego de Siloé. A ambos lados de la inscripción están representados los bustos de los duques de Sessa, él al lado del Evangelio y ella de la Epístola, según la división canónica de la iglesia.
Monasterio de San Jerónimo
La fundación del monasterio de San Jerónimo en Santa Fe tiene su origen en la noche del 25 de noviembre de 1491, festividad de Santa Catalina Mártir. Esa noche se firmaron las Capitulaciones para entregar Granada y se produjo un incendio en la tienda donde se alojaban los reyes. Para dar gracias a Dios por haber salido ilesos del incidente, la Reina decidió construir en el mismo lugar que se levantaba la tienda, una ermita en honor a Santa Catalina Mártir.


Patio exterior del monasterio. Entrada por la calle Rector López Argüeta
Monasterio de San Jerónimo
El mismo día de la Toma de Granada, 2 de enero de 1492, la reina escribió una carta a los monjes de la Orden Jerónima de Guadalupe, con la que mantenía buena relación, en agradecimiento por las oraciones hechas a Dios para obtener la victoria en la conquista de Granada.


Patio exterior del monasterio de San Jerónimo. Portada de la entrada al convento realizada en 1594. El segundo cuerpo de la portada alberga una Inmaculada Concepción
Monasterio de San Jerónimo
Cuando estuvo levantada la ermita de Santa Catalina la Mártir, la reina Isabel invitó al Prior de Guadalupe a hacerse cargo de ella y crear el monasterio de Los Jerónimos. Además, se puso en contacto con monjes de distintas órdenes, Franciscanos, Dominicos y Jerónimos, para que se establecieran en Granada.

Iglesia del monasterio de San Jerónimo
Monasterio de San Jerónimo
Poco tiempo permanecería la orden de Los Jerónimos en la ermita de Santa Catalina de Santa Fe. En dicho lugar habían estado asentadas las tropas y sus caballerías habían dejado la zona completamente infectada de pulgas y en malas condiciones higiénicas. Los monjes, a los que se les hacía insoportable vivir así, transmitieron su malestar al arzobispo de Granada y, enterados los reyes, se dispuso el traslado de los monjes a Granada en 1493. 
El lugar elegido por los reyes para alojar a los monjes Jerónimos en Granada fue la huerta del “Pago del Nublo”, actual ubicación del hospital de San Juan de Dios, donde había una ermita conocida con el nombre de “Ermita del Quemado”. La estancia de la orden en este lugar fue temporal, porque vino una peste “de secas y carbuncos“ en la que murieron muchos de ellos y los que sobrevivieron fueron trasladados a una finca vecina hasta que la enfermedad dejó de hacer estragos.

Torre y fachada de la iglesia del monasterio de San Jerónimo vista desde el claustro principal. Al abrigo del edificio de la iglesia, sobre el segundo cuerpo del claustro mayor, está el solárium destinado a los monjes convalecientes, la Galería de Convalecientes
Monasterio de San Jerónimo
En 1504 se hizo ese traslado hasta la nueva finca, que se cree pudo pertenecer durante el reinado nazarí a Dar Ibn-Murdi. Después pasó por diferentes propietarios y tras la conquista de Granada la adquirió Andrés Calderón, primer Corregidor de Granada nombrado por los Reyes Católicos. A su muerte, los monarcas dieron el usufructo de la finca a su viuda Isabel Rebollo, del que pudo disponer hasta que los reyes decidieron la construcción del monasterio y la finca fue cedida a los monjes para que comenzaran las obras. Se hizo acopio de los materiales necesarios para levantar la iglesia y el monasterio, pero la falta de dinero y la espera de “ciertos religiosos y otras personas, quizás arquitectos que señalasen por donde se había de comenzar” (1) demoró el inicio hasta el año siguiente.

Fachada principal de la iglesia de San Jerónimo
Monasterio de San Jerónimo

Doña Isabel Rebollo, viendo que las obras no comenzaban, se quejó al rey, quien le devolvió la propiedad que había sido donada a los monjes. Cuando estos descubrieron que la viuda de nuevo era la titular de las tierras, escribieron a los monarcas para recuperarlas. Fray Jerónimo de Siruela se presentó ante el alcalde mayor, Lope de Montenegro, con las cartas firmadas por los reyes con las que habían donado esas tierras a los monjes de San Jerónimo. 
El rey Fernando contestó al monje diciéndole que, puesto que el edificio no se había levantado, había decidido aceptar la queja de Isabel Rebollo. Los frailes argumentaron que ya tenían los materiales necesarios, pero la falta de dinero les impedía comenzar. 
Finalmente el monarca puso como condición para que la finca quedara en manos de los monjes que los “cimientos y zanjas” estuvieran construidos. Ambas partes, frailes y viuda, fueron informadas por escrito de esta decisión y se inició la construcción del monasterio.
Este trámite burocrático terminó cuando el alcalde mayor se trasladó al lugar y entregó a los frailes los bienes correspondientes. El 19 de septiembre de 1505, los alarifes (arquitectos) de la ciudad dieron por comenzadas las obras. 

Torre y parte superior de la iglesia
Monasterio de San Jerónimo
Se iniciaron las obras del monasterio con la construcción de dos claustros, con sus celdas y capillas. El cuerpo bajo del claustro mayor es de estilo gótico con treinta y seis arcos semicirculares, nueve en cada frente.

Claustro mayor del monasterio
Monasterio de San Jerónimo
Encima de los arcos centrales hay colocados emblemas, escudos, las iniciales de los reyes y las armas de fray Hernando de Talavera −monje de la orden de San Jerónimo, arzobispo de Granada en 1492, confesor de Isabel la católica y consejero real−.

Dedicatoria a fray Hernando de Talavera. Se encuentra en el cuerpo bajo del claustro mayor
Monasterio de San Jerónimo
Cuenta además con varias capillas fúnebres que fueron compradas por distinguidas familias de Granada para que sus restos reposaran en este lugar. Con posterioridad, estas capillas y otras dependencias del monasterio, fueron decoradas con unas portadas en las que predomina el estilo renacentista y cuyo creador fue Diego de Siloé.

Portada renacentista de la capilla que se encuentra bajo la torre de la iglesia del monasterio. Fue realizada por Diego de Siloé.
Monasterio de San Jerónimo

Imagen izquierda: Portada de la antigua capilla fúnebre de la familia Sánchez-Dávila. Ahora,convertida en la iglesia de las monjas jerónimas de monasterio. Data del siglo XVII y originalmente estuvo colocada en el convento de Los Mártires, hoy desaparecido. Imagen derecha: Crujía del cuerpo bajo del claustro mayor, donde se encuentra la portada que da acceso a la iglesia
Monasterio de San Jerónimo

Claustro mayor. Portada renacentista con tres arcos. En el arco central está la escalera para subir al segundo cuerpo del claustro y el derecho permite el acceso al claustro menor
Monasterio de San Jerónimo

Refectorio o comedor donde se guardaba silencio durante la comida. Al fondo izquierda hay un pequeño púlpito desde el que se leían pasajes de la Biblia durante la hora de la comida. El cuadro de la Inmaculada, derecha, es de Ambrosio Atanasio Bocanegra.
Monasterio de San Jerónimo


Otra vista del Refectorio. La puerta del fondo comunica con las cocinas
Monasterio de San Jerónimo


Sala De Profundis. Portada renacentista decorada con grutescos. Dos imágenes de la sala de Profundis. Antes de entrar al Refectorio los monjes pasaban por esta sala para recitar el Salmo. Los dos arcos dan al Refectorio con la fuente de abluciones en medio.
Monasterio de San Jerónimo


Sala Capitular. La portada es barroca. El interior contiene una pintura de la Inmaculada inspirada en la de Alonso Cano, una sillería de madera que recorre las paredes y bancos en la zona central. Al fondo de la sala, un pequeño retablo de la Inmaculada.
Monasterio de San Jerónimo

Sala del Capítulo de culpas. La portada es renacentista. En el interior, hay un altar del siglo XVI con la pintura Jesús en la Cruz junto a santos mártires dominicos, de Luis Tristán. Junto a este altar se encuentra el monumento funerario de fray Pedro Ramiro de Alba (monje jerónimo arzobispo de Granada)
Monasterio de San Jerónimo


Sacristía. Portada plateresca con el escudo de Mendoza y el lema familiar: AVE MARÍA. Imagen de la sala. Niño Jesús gótico del siglo XV que siempre acompañaba al Gran Capitán en sus batallas. Sobre esta escultura, una pintura del Gran Capitán.
Monasterio de San Jerónimo, Granada


El segundo cuerpo del claustro mayor también es de estilo gótico, pero con arcos rebajados. De los antepechos góticos (barandas) solo los del lateral sur son originales, pues los otros tres fueron reconstruidos con posterioridad. Esta obra estuvo terminada para 1519, aunque los monjes no se instalaron allí hasta 1521.

Arcos góticos de los dos cuerpos del claustro mayor
Monasterio de San Jerónimo
El segundo claustro estuvo terminado para 1520. Se desconoce el nombre del arquitecto responsable de su construcción. Fue una hospedería mientras los jerónimos habitaron el monasterio. En él se mezclan diferentes estilos: gótico, renacentista y mudéjar. Cuenta con tan solo siete arcos sobre columnas en cada frente. En 1928 el monasterio sufrió un incendio resultando este claustro la zona más afectada, que permanecería en este estado hasta mediado el siglo XX. 
En 1526, la emperatriz Isabel de Portugal se alojó en este claustro en el viaje de luna de miel, después de celebrar su boda con el emperador Carlos I en los Reales Alcázares de Sevilla.
En la actualidad no está abierto al público ya que forma parte de la clausura de la pequeña comunidad de monjas jerónimas.

La visita continúa en la iglesia de San Jerónimo, pero será en la próxima entrada de blog.

CURIOSIDADES:
v Cuando los monjes Jerónimos fueron trasladados a Granada los reyes cambiaron el nombre del monasterio y le llamaron Santa María de la Concepción.


v (1) Según cita Gómez Moreno en su guía.