PUERTA DE BISAGRA -Toledo
Digamos
que han pasado algunos más de 25 años desde que escuché por primera vez el
nombre de la Puerta de Bisagra y la ocasión de conocerla. Pero
entonces no me motivaba el turismo cultural, mis prioridades eran otras.
Cumplir
años me ha dado la madurez necesaria para tener bien claro cuáles son mis
preferencias y llevarlas a cabo. Es por eso, que al cabo de los años, he vuelto
a Toledo para conocerla como se merece.
La
historia que hay detrás de la Puerta de Bisagra, después de recopilar cierta
cantidad de información, es interesante y entretenida. Quizá el tema que más discrepancias
ha tenido a lo largo de su existencia es la fecha de origen. Están los que opinan
que la puerta data de la época romana porque su ubicación se encuentra en el
lugar que los romanos llamaban “Vía Sacra”,
de ahí que podamos encontrar “Bisagra” escrito con “V”. Del otro lado, los que
datan su origen en la época musulmana y la escriben con B. También se la llamó
“puerta colorada” por estar asentada
sobre tierra de arcilla roja.
Puerta de Bisagra

La
Puerta de Bisagra es la más conocida y simbólica de todas las puertas de Toledo.
Es un punto de encuentro para recibir a las autoridades cuando visitan la
ciudad, pero sobre todo lugar de paso cotidiano de los toledanos. Su nombre es
de origen árabe, Bib-xacra, “Puerta de la Sagra” según textos del siglo XII.
Forma parte de la muralla que llegó a rodear la ciudad y de la que en la
actualidad quedan trozos de distintas épocas: visigoda, árabe y la Reconquista.
Ayer, hoy, continúa siendo una puerta principal de acceso a la ciudad, en la
que hubo un control de entradas y salidas para el cobro de un impuesto.
También
se la conoce como “La Puerta Nueva de Bisagra”; la antigua tomó el nombre de
“Puerta de Alfonso VI” cuando, al parecer, el monarca entró por ella al
reconquistar Toledo en el año 1085. En relación a este nombre hay otra opinión, la
de Pedro Román Martínez, que en su trabajo “La verdadera Puerta de Bisagra”
dice textualmente: Entre los varios estudios realizados hasta hoy, que iré presentando a
la Academia, destaca el relativo a la Puerta de Bisagra, por ser uno de los
monumentos más conocidos de la ciudad, y porque conviene desvanecer la grave
equivocación en que todos han incurrido, a mi juicio, atribuyendo a la Puerta,
hoy llamada Alfonso VI, el nombre, la importancia y los hechos históricos
relativos a la verdadera Puerta de Bisagra, que es la actual, llamada Nueva
desde su reedificación en el siglo XVI.
Imagen de la Puerta de Bisagra a
principios del siglo XX
Pese
a la diferencia de opiniones sobre su origen, los datos históricos apuntan que
la Puerta de Bisagra data de la época musulmana, aunque la cara externa fue
reconstruida hacia 1550, en estilo renacentista, por el arquitecto Alonso de
Covarrubias a petición de Carlos V. En un texto de 1906 escrito por Manuel
Castaños y Montijano, este explica con detalle el origen de la puerta. (Dejo el
enlace al final de la entrada)
Imagen de la Puerta de Bisagra. En
primer plano, la cara interna que da al casco antiguo de la ciudad. En el
centro, el patio de armas y a continuación la cara externa de la puerta.

La
fachada exterior se compone de un arco y dos torreones en forma circular. Sobre
el arco descansa un águila bicéfala de grandes dimensiones, símbolo que el rey
Carlos V otorgó a Toledo. En cada torreón se puede ver un relieve de rey
sedente, de los que se piensa pueden ser reyes visigodos, pero no está
demostrado. Otra fuente afirma que son Alfonso VII y Alfonso X “El Sabio”.
Imagen del águila bicéfala de la Puerta
de Bisagra. En el torreón izquierdo se puede ver un rey sedente
Sobre
el escudo del águila reposa un frontón con un ángel custodio del que se conoce
una leyenda. Esta cuenta que un triste día la terrible peste quiso entrar en la
ciudad, pero el ángel guardián, situado en lo alto del acceso principal, la
detuvo con su espada…
“Tengo permiso de Dios para matar a siete”,
dijo la peste y el ángel la dejó entrar…
En
aquella peste murieron “siete mil” toledanos. Cuando
la peste abandonaba la ciudad por la misma puerta, el ángel le reprochó:
“Me dijiste que sólo matarías a siete y has
matado a siete mil”, a lo que la peste respondió:
“Yo
sólo maté a siete, a los otros los mató el terror
La
cara interna de la Puerta de Bisagra da al casco antiguo de la ciudad y su
construcción se sitúa hacia siglo X. El conjunto de la fachada se compone de un
arco en el primer nivel, un escudo del emperador entre dos ventanas con
frontones triangulares en el segundo, rematando la fachada con almenas. Lo completan
dos torreones cuadrados decorados con azulejos blancos y verdes con tejado en
forma piramidal.
Cara interna de la Puerta de Bisagra,
en el casco antiguo de la ciudad.

Toledo
es una ciudad que ha seguido creciendo con el paso del tiempo, lo que no ha
impedido que la Puerta de Bisagra, que continua unida a la muralla por el
exterior e interior, sigua cumpliendo la función de puerta de entrada y salida
de la ciudad, haciendo de límite entre el casco antiguo y el moderno.

Hasta
1934, la cara interna tuvo casas adosadas formando una calle, la calle Real del
Arrabal actual.
Imagen antigua de la puerta con las casas adosadas

El
año de 1934 fue un año crucial para este monumento. Las casas adosadas en la
cara interna fueron derribadas y en la externa se abrieron dos puertas
laterales para liberarla del tránsito de peatones, carros y coches. La única
financiación que obtuvo fue de parte del Conde de Romanones que invirtió la
cantidad de 183.000 pesetas.
Imagen actual de la calle Real del Arrabal con la Puerta de Bisagra al fondo y la iglesia Santiago del Arrabal a la izquierda

En la monumental puerta, invulnerable ante nuestros ojos, el 12 de abril de 1946 se derrumbaba el torreón derecho a causa de las intensas lluvias de aquellos días.
Con
este titular el diario ABC informaba a nivel nacional de lo ocurrido.
Imagen del torreón derecho destruido
Un
dato curioso que me he encontrado acerca de este derrumbe es el que se relata
en un diario con motivo del 70 cumpleaños del desplome del torreón. El 20 de
septiembre de 1930, en una entrevista realizada a Francisco San Román, director
general de Bellas Artes, auguró que la Puerta de Bisagra podría derrumbarse,
exponiendo además que el día anterior, el 19 de septiembre, envió un telégrafo
solicitando la presencia de un arquitecto en el lugar para que el monumento
fuera estudiado. Aunque las lluvias fueron el factor desencadenante, San Román
fundó su premonición en que el monumento estaba construido en terreno arcilloso
y en las vibraciones producidas con la llegada del automóvil a su paso por la
zona.
Noticia en el diario del derrumbe
- Artículo de D. Manuel Castaños y Montijano en 1906 en el que explica el origen árabe de la Puerta.
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